AS (Pais Vasco)

Neymar vuelve, Son asusta

Corea pone la gesta en manos del crack del Tottenham ante Brasil, que recupera a su estrella

- LUIS NIETO LA PREVIA

Sin previo aviso, las inclemenci­as propias de un Mundial le han sobrevenid­o a Brasil en cascada. La derrota con Camerún solo tuvo una incidencia anímica, pero dejó dos bajas para el resto del campeonato (Gabriel Jesus y Alex Telles). En cambio, ayer Tite anunció que Neymar estará listo para el choque ante Corea y que Danilo también se ha recuperado. Tendrá que jugar en la izquierda, porque Alex Sandro sigue fuera y la Canarinha se ha quedado sin lateral zurdo.

Neymar se lesionó en el primer partido, ante Serbia, cuando Brasil aún era feliz. Ahora, tras caer ante Camerún, se recuerda que es la selección clasificad­a menos efectiva de cara a puerta y que ha firmado su segundo peor registro goleador en una fase de grupos de un Mundial: tres tantos frente a los once de 2002, en que conquistó su último título. Solo en el 78 le fue peor. En estas circunstan­cias, medio Neymar ya es mucho.

La otra buena noticia es que gran parte del equipo titular pudo descansar en la tercera jornada y llega más fresco que Corea, obligada a una gesta ante Portugal para pasar.

Alisson, Thiago Silva, Paquetá, Casemiro, Vinicius y Richarliso­n no tuvieron un solo minuto ante Camerún. Y Marquinhos y Raphinha no disputaron completa la segunda parte. Todos estarán hoy en el Estadio 974.

Brasil y Corea se enfrentaro­n en junio pasado en un amistoso en Seúl. Allí arrasaron los de Tite (1-5) con un equipo casi de gala. Del once ideal solo faltaron Alisson y Danilo. Pero ahora Corea anda subida a una ola de entusiasmo tras su agónica clasificac­ión del viernes. “Tenemos un equipo con un alma tremenda”, aseguró Sergio Costa, ayudante del selecciona­dor, Paulo Bento, que no pudo estar en el banquillo ante Portugal al estar sancionado por su expulsión tras el duelo contra Ghana.

Bento, exjugador del Oviedo y exseleccio­nador portugués en el Mundial 2014, tomó a Corea tras el Mundial de Rusia. Fracasó en la Copa de Asia, pero metió al equipo en el Mundial por décima vez consecutiv­a con una sola derrota en la fase de clasificac­ión. Ninguna otra selección asiática tiene más presencias. Técnico visceral, ha armado un equipo muy solidario con una figura indiscutib­le: Son Heung-min, máximo goleador de la Premier el año pasado y un icono en el país. Según Forbes, ingresa 15 millones de euros anuales por patrocinio­s.

Su padre, también futbolista, resultó decisivo en su carrera. Se comenta que llegó a entrenarle hasta diez horas diarias en su infancia. Con 16 años se marchó a Alemania y con 18 se convirtió en el jugador más joven en marcar con el Hamburgo. En 2015, el Tottenham pagó al Leverkusen 30 millones por él, precio récord por un jugador asiático. Un pase de fantasía suyo metió a Corea en octavos. Horas después recibió la llamada de Yoon Sukyeol, presidente de la República, para agradecerl­e su trabajo en nombre de la nación. Kangin Lee, suplente en los dos primeros partidos pero titular ante Portugal, y Gue-sung Cho, la gran figura de la liga local, serán hoy las muletas de Son, enmascarad­o por una fractura orbitaria. Son la cara de la ilusión. La de Brasil es la de la obligación.

Parche Alex Sandro sigue de baja; Danilo tendrá que jugar en la izquierda

Sequía Brasil, a la cola en eficacia goleadora de las clasificad­as

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