Pedroso manda: oro de Rojas y Peleteiro, séptima
La gallega hizo marca (14.23) y luego se lesionó
Ana Peleteiro, con la pierna coja, abrazó en el foso de triple a la venezolana Yulimar Rojas. Su compañera de entrenamientos en el grupo de Iván Pedroso había ganado la medalla de oro y ella, en su debut en este gran campeonato, era séptima del mundo, con 14,23, marca personal. El pero, en su cuarto intento se desequilibró y se hizo daño en la rodilla. “Es agridulce. Ya puedo decir que soy la séptima del mundo, pero con rabia porque era mi día y podría haber hecho un salto muy largo”.
Peleteiro, de 21 años y campeona del mundo júnior con 16, pegó un paso de gigante en Londres, donde ha demostrado su capacidad competitiva. Lo hizo en la calificación y ayer, en el tercer salto de la final, cuando la presión aprieta, pegó el vuelo que le llevó a la séptima plaza. Al siguiente, la caída: “No sé exactamente lo que me pasó y la pierna en la arena se me fue hacia atrás y fui al suelo”. Sin la opción de ese “salto muy largo” que tenía guardado, Peleteiro se sentó en el banco a ver el desarrollo de la final. Y mereció la pena, porque su amiga Yulimar se aseguraba el oro en el duelo latinoamericano con Ibargüen, que no fue capaz de llegar a los 14,91 de Rojas.
Peleteiro y Rojas se machacan a diario en las pistas de la Fuente de la Niña de Guadalajara, donde el cubano Iván Pedroso, histórico campeón de longitud, ha puesto el campo base de su prestigioso grupo de entrenamiento en el que también está Nelson Évora y al que a veces se une el talentoso Tamgho. “Yo trabajo allí cada día para estar con las mejores, tengo la suerte de entrenarme con la actual campeona del mundo”, seguía Peleteiro, que se emocionó con el oro de Rojas “claramente”: “Me alegro por ella y por Iván, sólo ellos saben lo que ha pasado. Hace un mes Yulimar tuvo molestias y no sabían ni si iban a estar aquí”.
Peleteiro, que pasó malos momentos tras su temprano éxito en los Mundiales júnior, se reivindicó: “Muchos dijeron que Ana Peleteiro no estaba, pero ahora estoy aquí. Tuve que chocar con una pared para aprender. Pasé tiempos muy duros, tengo una familia y unos amigos excelentes, y la suerte de caer en manos de Pedroso”. El técnico, que hace grupo con un oro mundial y la joya renacida Peleteiro. Crecen en la tranquilidad de Guadalajara.