Eterno Ángel Nieto
La afición no falló y el homenaje al ‘Maestro’ en Madrid fue un éxito con lleno en el Bernabéu y en el Jarama, hasta donde llegó una caravana de cerca de 20.000 motos con Gelete y Pablo a la cabeza
La afición española no falló a Ángel Nieto en su último adiós y a sus hijos, familiares y amigos les quedó claro para siempre que nunca caminarán solos. Para el Maestro, la nuestra era la mejor afición del mundo y quería que la dedicaran un monumento en el circuito de Jerez, el mismo que llevará su nombre a partir de la próxima temporada. Será ése otro momento importante para recordar a esta leyenda eterna, pero lo que queda ya para los restos es el multitudinario homenaje que se rindió ayer en Madrid, porque a Nieto lo quería muchísima gente. Ventajas de ser el mejor, con y sin moto.
Aficionados venidos de todas las partes de España consiguieron el llenazo esperado en la explanada del Santiago Bernabéu y en la pelouse del Jarama, puntos de salida y llegada de una caravana que congregó alrededor de 20.000 motos. La comitiva fue descomunal. Se veían motos hasta donde alcanzaba la vista y numerosos espectadores poblaban el lateral de La Castellana y posteriormente los puentes sobre la carretera de Burgos. Parecía un gran premio y, aunque sin carreras, en realidad lo era, gracias a que numerosos integrantes del campeonato, bien en activo o ya retirados, acudieron a la cita. Resultó vibrante ver allí a Agostini, As- par, Crivillé, Gibernau, Puig, Pons, Alzamora, Lavado, Cecchinello, Olivé, Arenas, Martín, Vierge, Mir, Rabat, Bautista, Barberá, Rins, los Espargaró, Pedrosa, Maverick, Márquez y Lorenzo más Ezpeleta (CEO de Dorna) e Ippolito (presidente de la FIM).
El homenaje constó de tres partes. El primero fue un evento privado en el parque del Retiro, para familiares y allegados con autoridades, entre las que destacaban la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, o el secretario de estado para el deporte, José Ramón Lete. El segundo y el tercer acto fueron abiertos al público, con esa concentración en el Bernabéu a la que llegaron desde el Retiro Gelete, Pablo y Hugo, los hijos del 12+1, y Fonsi Nieto, más
Comitiva Tras la Guardia Civil, los pilotos de MotoGP abrían la caravana de motos
Tributo
Se guardó un emocionante minuto de silencio en La Castellana
un cuarto hijo que un sobrino, para reunirse con los moteros que les esperaban con los brazos abiertos. Fue allí donde se llevó a cabo el esperado minuto de silencio, que acabó en palmas, vítores, lío y ruido, como hubiera deseado el propio Nieto, y desde donde se arrancó hacia el Jarama.
Las fuerzas de seguridad tuvieron un papel fundamental a la hora de que todo transcurriera según lo previsto y la coordinación entre la Policía Municipal, la Policía Nacional y la Guardia Civil permitió que la caravana llegara a buen puerto sin incidentes. Respeto máximo encima de las motos camino del viejo y querido trazado madrileño en el que tantos días de gloria deparó el zamorano de Vallecas. Allí tuvo lugar el último acto, con una vuelta de honor al circuito que puso la carne de gallina a todos los presentes en el circuito…
Al frente de la comitiva salieron con sendas motos de su padre Gelete y Pablo. El mayor pilotaba la Garelli con la que conquistó sus últimos títulos del octavo de litro (desde 1982 al 84) y el chiquitín se subía a lomos de la Derbi que empleó en su última carrera, el Superprestigio de 1986, la misma con la que se cayó y se rompió una pierna. Tras ellos iban los pilotos mundialistas presentes y al dar la primera vuelta se pararon en el Súper 7, la zona habilitada para el público y donde no menos de 20.000 personas que honraron la memoria del homenajeado y corearon su nombre con tal fuerza que es imposible que el Maestro no lo escuchara donde quiera que esté. El público respondió a la llamada de la familia de Ángel.
Hubo una emotiva ofrenda floral en el monolito que Nieto tiene en el circuito, en la curva Farina. Quince ramos de flores fueron depositando parejas ilustres de nuestro deporte, con especial bramido para el dúo Márquez-Pedrosa, hasta que llegó el turno de que sus tres hijos y su mujer, Belinda Alonso, depositaran una corona. El Jarama se puso patas arriba, como en los viejos tiempos, como cuando corría Ángel Nieto. En ese mismo trazado conquistó ocho victorias entre 1971 y 1984 del total de 90 que le convierten en el tercer piloto con más triunfos (tras Agostini y Rossi) y el segundo con más mundiales, 12+1 por detrás de Giacomo (15). El padre del motociclismo en nuestro país. Que se nos ha ido, pero no del todo, porque su leyenda es inmortal.
Jarama Gelete pilotó la Garelli de 1984 y Pablo se subió a la Derbi de 1986
Ofrenda 15 ramos de flores se depositaron en su monolito del circuito madrileño