Traer centrales en enero, tradición del último lustro
Paulao, Rodas y Tosca reforzaron la defensa en invierno
Llegaron Fabao y Filipescu a finales del pasado siglo y desde entonces no se había prodigado el Betis en traer centrales invernales, hasta este último lustro. Tres han llegado a Heliópolis en los eneros nviernos de 2012 a 2017. Empezando por Alin Tosca, rumano que llegó a finales de enero de la pasada campaña y lo hizo por necesidades del sistema de tres zagueros que usaba Víctor Sánchez de Amo y para el que no encontraba ningún especialista zurdo. Tosca debutó nada más llegar, ante el Barcelona en Heliópolis, y no lo hizo mal. Pero con el paso de las jornadas se fue diluyendo y, con tres años de contrato por delante, pronto pareció prescindible (lo es) en Heliópolis.
Dos años antes que Tosca, enfrascado en el ascenso a Primera, llegó del Levante el valenciano Héctor Rodas. Jugó bastante poco (318 minutos) aunque no se le puede poner ningún pero a sus actuaciones. Dejó amigos en el vestuario verdiblanco. Se marchó al no cumplir el mínimo de partidos que se necesitaban para renovarle el contrato.
Héctor Rodas Llegó cedido por el Levante y jugó bastante poco, aunque bien
Imagen en la retina. El brasieño Paulao fue el descubrimiento invernal del Betis que intentaba consolidarse en Primera División durante la segunda parte de la 11-12. Jugo casi todo hasta el final de aquella campaña, con un rendimiento que provocó que el Betis le comprara al Saint-Etienne. Pero las dos campañas siguientes jugó mucho menos y todavía aparece en las pesadillas colectivas del beticismo su imagen pidiendo el cambio tras un autogol contra el Rayo Vallecano.
Paulao Comenzó como indiscutible pero queda su imagen en Vallecas