El reto del Madrid: ganar en fútbol y baloncesto
El club nunca ha logrado los dos títulos continentales el mismo año
El Real Madrid está en disposición de conquistar un doblete histórico: la Euroliga de baloncesto en Belgrado y la Champions League de fútbol en Kiev. Solo en otras tres ocasiones los dos equipos coincidieron en la final: 2014, 1964 y 1962.
El Real Madrid es el club con mejor palmarés de Europa. Su equipo de fútbol ha ganado doce Copas de Europa tras quince finales, la decimosexta llegará el 26 de mayo en Kiev (Ucrania) ante el Liverpool. El de baloncesto suma nueve títulos en 17 finales, que pueden ser 18 si gana este viernes en la Final Four de Belgrado al CSKA Moscú (21:00, Movistar+). El club blanco, sin embargo, nunca ha logrado triunfar en Europa en ambos deportes el mismo año, tampoco en las segundas o terceras competiciones: UEFA, Recopa, Korac…
Solo en tres temporadas los dos equipos han coincidido en la final de la Copa de Europa, la última, en la que el doblete estuvo más cerca, fue en 2014: el año del gol de Ramos en el 93 ante el Atlético y también el de la prórroga perdida frente al Maccabi de Tyrese Rice en Milán. Anteriormente ambos habían alcanzado la final en 1964, en el primer éxito del baloncesto (ante el Spartak de Brno) y en la segunda derrota en una final del equipo de fútbol. Dos años antes, en 1962, los dos perdieron el duelo decisivo. En este 2018 aspiran a repetir por cuarta vez en la pelea final por el viejo trono de Europa, el paso previo al esquivo doblete.
El baloncesto potenció su importancia en el club a partir de los sesenta del siglo pasado, cuando el fútbol empezó a perder la pujanza inicial en la Copa de Europa tras ganar las cinco primeras ediciones y más tarde la de 1966. En esa década el baloncesto se estrenó en 1964, con Joaquín Hernández de entrenador, relevo que cogería Pedro Ferrándiz y posteriormente Lolo Sainz. Hasta 1980 acumuló siete trofeos de la máxima competición continental. Y entonces, tanto el fútbol como el baloncesto, afrontaron una prolongada sequía de éxitos.
Travesía. Sobre el césped llegaron a contar 32 años entre la Sexta y la Séptima (196698), y dos rachas eternas alejado de la final: primero quince años (1966-81) y luego 17 (1981-98). Sobre el parqué la travesía por el desierto también fue muy dura. Tras el éxito de un Madrid liderado por Rullán en Berlín 1980 (Maccabi), Obradovic, Sabonis y Arlauckas devolvían la gloria al club en 1995 en Zaragoza ante el Olympiacos. En esos 15 años trascurridos, solo una final, la de 1985 con Petrovic como enemigo insalvable. Y a partir de 1995 la sección desapareció durante dos décadas del mapa de la élite. Laso llegó al rescate, primero con dos finales sin premio (2013 y 14) y luego con la Novena, en Madrid (2015), veinte años después de la anterior tras vencer en la final al Olympiacos. Reto alcanzado; el del doblete aún sigue en pie sesenta años después. “Y vamos a pelear por conseguirlo, sería algo histórico”, afirma Llull. “Nuestra afición se lo merece”.