Míchel obró el milagro: de la permanencia a volver a Primera
■ De los siete ascensos a Primera del Rayo, en cuatro de ellos sale Míchel en la foto. Los tres anteriores como futbolista (más otro de Segunda B a Segunda) y éste como entrenador, en el que ha sido su primer proyecto completo al frente del primer equipo. Ahí radica uno de sus grandes méritos, el de un técnico sin experiencia al máximo nivel que agarró a un conjunto a la deriva hace 15 meses cuando entrenaba al Juvenil A, lo salvó del descenso (al que sólo sacaba un punto, era 16º) y ahora lo ha llevado hasta Primera en un curso brillante. Un nuevo logro para este ídolo del rayismo, al que sólo Cota y Felines superan en número de partidos con la Franja.
Los veteranos respaldaron la decisión de que él, vallecano y rayista hasta la médula, cogiera las riendas en un momento crítico. Hombre de la casa, conocedor de la plantilla y defensor de un estilo de juego santo y seña del Rayo de Paco, con quien trabajó desde el área de metodología, ejerciendo de enlace entre el primer equipo y la cantera. La apuesta funcionó y logró la salvación con dos jornadas de antelación.
Se ganó seguir e iniciar un nuevo proyecto. Este curso ha conseguido enlazar cinco triunfos consecutivos y elevar a diez partidos sin perder su mejor racha. El Rayo ha llegado a Primera a falta de una jornada y soplará las velas de su 95 cumpleaños en la élite.