Una odisea sin espacios y sin gol

ASetién le funciona su idea. Lo hace en la medida en que todos sus jugadores entienden que no hay otra forma para enfocar la búsqueda de los duelos. Quizás sin la equivocación de Susaeta la historia ante el Athletic difícilmente hubiese obtenido un respiro positivo, pero la mentalidad del equipo verdiblanco fue de nuevo determinante en la consecución de un punto que incluso supo a poco. La puesta en escena del Athletic invita a un nuevo desafío cuando los de Setién pierden la posesión: Las líneas de enlace entre la medular y la delantera siguen estando lejos del deseo del técnico. Ni un desborde eficaz ante la presión. Ni un regate que pudiese generar espacios en instantes claves.

Mientras Setién trató de desarbolar el intenso puzle del Athletic, sobre el césped Sanabria buscó su propia sombra durante demasiados minutos y se topó con la ineficacia cuando Joaquín le regaló la posibilidad de poner el tercero en la reacción verdiblanca. Pocos días después de la inoperante pegada reflejada ante Olympiacos, el paraguayo fue esta vez el centro de las miras por disponer de la mejor ocasión verdiblanca. El técnico tiene escasas soluciones para este problema. Se agarra al tiempo y a que sus tres piezas de ataque pongan fin a su mala racha ante la portería rival. El empate ante el Athletic refleja las mismas virtudes y los mismos defectos de un equipo que necesita más.