La Ryder sonríe a Sergio y Europa voltea a EE UU
Con 20 puntos ya, superó a Seve y se acerca a Langer y Faldo
Récord Europa nunca había cerrado con pleno de victorias en foursomes
La Ryder Cup en París fue una montaña rusa. EE UU dominó los fourballs matinales, en los que Rahm mezcló bien con Rose pero no pudo acabar con victoria. Sergio fue protagonista en la remontada de los foursomes vespertinos junto a Noren, y Europa manda 5-3.
La historia de amor de Sergio García con la Ryder tiene desde ayer un capítulo más. Sobre el verde de Le Golf National lo escribió junto a Alex Noren. Ambos dinamitaron su partido ante Phil Mickelson y el joven debutante Bryson DeChambeau. Pasaron por encima de ellos en el tercer cruce de foursomes vespertinos y les obligaron a entregar el punto en el 14º por cinco golpes de ventaja (5&4). Hasta en el año más aciago que se le recuerda a Sergio recientemente, es capaz de encontrar su mejor golf cuando viste el azul de Europa, ayer adornado con un lazo amarillo por Celia Barquín.
Valenciano y escandinavo fueron el colofón a una tarde inmaculada para los de Thomas Bjorn. De récord, de hecho, pues en toda la historia del torneo Europa nunca había cerrado una jornada con pleno de victorias en los foursomes. Tradicionalmente el Viejo Continente siempre ha sido más fuerte en fourballs. Por eso Bjorn los colocó por la mañana. Quería tener la iniciativa, pero la jugada salió mal. Estados Unidos ganó tres de cuatro y solo Molinari y Fleetwood, frenando a Tiger y Reed (3&1), salvaron la cara.
Amargo. A Rahm le tocó un debut amargo. Se empapó del espíritu Ryder desde el inicio de la jornada. Ya en el tee del uno, ante la imponente tribuna para casi 7.000 espectadores, jaleaba al público estilo Ian Poulter antes de coger su primera calle con la madera. Pronto empezó la fiesta, con Rose ganando el uno para la pareja europea y Rahmbo añadiendo el tres para el dos arriba. Pero una corbata cruel del 14 al vizcaíno cambió el sino del partido, que cayó finalmente del lado de Koepka y Finau en el hoyo 18.
Por la tarde llegó el rescate. De Sergio y Noren, pero también de Poulter y McIlroy (4&2 a Watson y Simpson), este último resucitado tras una mañana sin birdies junto al debutante Olesen, de Stenson y Rose (3&2 a Johnson y Fowler), un clásico, y de Molinari y Fleetwood, la pareja de moda en el primer día con dos puntos de dos (5&4 a Spieth y Thomas en los foursomes).
Bjorn siempre creyó. En McIlroy, “no he tenido ninguna duda sobre si le debía poner por la tarde. Creo en él y ha sido maravilloso ver cómo ha respondido después”, y en Sergio: “Ama este evento y lo que aporta fuera del terreno de juego es vital para este equipo. No es sólo lo que hace en el campo”. Europa manda tras la primera jornada 5-3. Inverosímil. Pero ya lo dice Bjorn: “Esto es una maratón”.