Un señor equipo, salvo en las áreas

El marcador, la verdad, es feo. No refleja además lo que fue el partido, la mayoría del partido por lo menos, pero sí es cierto que la visita al Villamarín deja un par de sensaciones a tener en cuenta de cara al playoff de ascenso: falta algo en las dos áreas. El Racing demostró anoche en Sevilla que tiene personalidad, que tiene estructura de equipo serio, que tiene descaro, que tiene entrenador y que tiene afición. Pero también dejó ver, ante un primera, claro, las costuras que no le estamos detectando en Segunda B.

Faltó un punto de contundencia en área propia y otro de calidad en área ajena. Nada grave, la verdad, si tenemos en cuenta el rival, pero da rabia, tras el esfuerzo que se estaba haciendo a campo abierto, que se rompa el partido por dos saques de esquina mal defendidos (justo así, en dos corners nefastos se perdió el ascenso con el Barça B). Lo de la frivolidad del árbitro pitando un penaltuco al de Segunda B lo dejamos pa prau. Nada que objetar en cuanto al plan de Ania, el juego y las ocasiones creadas, pero para convertirlas, ante defensas de Primera y un portero de Primera, hace falta un poco más. A Jon Ander ya César Díaz, generosos en el esfuerzo hasta el límite, solo cabe darles una ovación, pero, y en esa tarea lleva meses Chuti Molina, el director deportivo, el Racing necesita complementar su delantera con un crack para los grandes días.