El equipo rojiblanco acusó de nuevo la falta de pegada y ganó por la mínima a un Levante que plantó cara. Griezmann volvió a ser decisivo. Ahora toca pensar en la Copa.

En casa. El Atlético se aferra al Wanda Metropolitano para seguir vivo en la Liga El equipo de Simeone ganó con sufrimiento a un Levante que vendió cara la derrota y que demostró que no le importa ni el estadio ni el rival porque su intención siempre es jugar bien al fútbol. El Atlético mostró lo mismo de siempre, una auténtica carencia de gol y así el equipo pasa apuros. Una y otra vez. No puede ser que haga sólo un gol, y sea de penalti. Así toca encomendarse a la defensa y a Oblak para rentabilizarlo. Decidió el Wanda Metropolitano, donde el equipo saca fuerzas de flaqueza para ganar. A ratos el Atleti jugó un buen partido, a ratos fue menos bueno...

Griezmann. De penalti, pero marcó. Lleva seis partidos seguidos haciendo gol y de eso vive el equipo. Ante el Levante no hizo su mejor encuentro, pero peleó, luchó, se ofreció y marcó desde el punto de penalti. A la espera de Diego Costa y alguna novedad sobre Morata, el equipo no marca. Parece imposible teniendo a Kalinic, Correa, Griezmann, Vitolo... Pero mientras Antoine lo siga haciendo...

La lucha. Sin pegada, pero ganando. Y así continuará el Atlético hasta el final, apretando las clavijas al Barcelona hasta el máximo. Nada más pitar el colegiado el final, Simeone salió al terreno de juego a saludar a sus jugadores. El Cholo fue abrazándolos uno por uno, consciente de que en partidos así se ganan cosas importantes. El Atlético sigue erre que erre en la persecución al Barça.