Rodrigo, deseado por Simeone... y por Guardiola

Mientras se decide, Marcos Llorente en la recámara

QLChirría que Rodrigo no haya contestado ya a la gran oferta del Atlético; es momento de fichar gladiadores de coraza de plata y volver a la esencia del Cholismo.

ue Rodrigo sea uno de los pilares que más me ilusiona para los próximos 6 años es una obviedad. El canterano, con o sin el Cholo en el futuro, se puede adaptar a todo lo que le echen. La muestra es el deseo por contar con él tanto de Guardiola como de Simeone: misma pasión pero diferente exposición a la hora de mandarle sus labores. Lo que no es obvio y me empieza a chirriar es el tiempo que se está tomando a la hora de contestar a la extraordinaria oferta del club en el que soñaba jugar. Ya me pasó con Griezmann. Y vuelvo a tener la sensación de que el esfuerzo del Atlético se merece un trato más transparente. Mientras los cantos de sirena impiden oír a Rodrigo los gritos de Simeone, saltan nombres para sustituirle (o compartir vestuario). El que más me gusta es Marcos Llorente, futbolista que tras la lesión de Casemiro demostró durante diez semanas que no se arruga bajo presión. Atesora un despliegue físico descomunal como para tapar cualquier vía de agua con una suficiencia que invita a cualquier compañero a un capricho. Su materia prima sería un diamante a pulir por el número uno -El Profe Ortega-, que seguro que con su día a día a Marcos le harían falta menos entrenamientos extra y dunas. Con el balón es prudente y alérgico a trucos de magía. Llorente es, sin lugar a dudas, un jugador que sumaría hambre, trabajo y pasión, vamos de los del club del “el esfuerzo es inegociable”.

De los otros nombres el que más dudas me provoca es el de Joao Félix. Lo vi poco y me fio de Futre, que dice que tiene detalles de genio, pero me parece una operación de riesgo. Gastarte una buena porción de tu presupuesto en un proyecto de jugador te puede condicionar una temporada. No hace mucho ocurrió con los 20 millones netos de Griezmann en vez de dos de 6 y uno de 7. Es hora de comprar gladiadores de coraza de plata y volver a la esencia del Cholismo. Mientras tanto, esperamos que Rodrigo le ponga la pila a su reloj parado y eche a rodar el nuevo proyecto del Atlético.