Fornals nos da la vida
Su gol en el 89’ mantiene a La Rojita en la Eurocopa
en el 89, Fornals. Justo cuando la victoria o la goleada ante Bélgica nos sonaba a quimera, el nuevo fichaje del West Ham regaló un derechazo que nos mantiene vivos en la Eurocopa. Nada de hacer las maletas, que el sábado hay partido ante Polonia y tiempo por delante para buscar todas las cábalas y probabilidades posibles (voy marcando el número de Mr. Chip...). Respiremos. Fornals y compañía lo merecen.
Un gol lo encauza todo, o casi todo. Y ese gol llegó en el minuto 7 en una jugada que habla por sí sola de la clase que esconde esta selección. Aguirregabiria pasa a Soler, quien apura línea de fondo y centra atrás para que Olmo remate de zurdazo cruzado. Imposible para De Wolf. Y excelente puesta en escena para el punta del Dinamo de Zagreb, que debutaba con la complicada tarea de hacer olvidar a Ceballos en la media punta. Dani, mientras, jugaba más atrás, junto a Merino. Se organizaba de ese modo el equipo ante la ausencia de Fabián, a quien las molestias no le permitieron llegar a tiempo.
El tanto consiguió mitigar el vértigo habitual en este tipo de partidos en los que la urgencia por la goleada te hace creer que puedes marcar el segundo antes siquiera de haber marcado el primero. Johan Wallem ordenaba a sus jugadores con las líneas muy juntas, pero ni por esas. La movilidad ofensiva de España hacía daño, con Junior y Aguirregabiria llegando a línea de fondo y sus compañeros desdoblándose. Sin embargo, cuando el mar parecía calmo, llegó el gol belga. El jugar partidos te da poso, confianza, y el no jugarlos te la quita irremediablemente. Así que, de igual manera que Simón no anduvo fino en el primer gol de Italia, tampoco lo estuvo Sivera en el que dio el empate a Bélgica. Asistíamos a un calco del partido con el que arrancó el Europeo. Un gran gol y a partir de ahí, un declive del que el rival saca tajada. El tanto de Bornauw nos dejó groguis.
Ceballos fue el protagonista en el esprint final de la primera mitad como también lo fue en el primer tramo de la segunda. El de Utrera estrelló una falta magistral en el larguero que dio paso a una catarata de ocasiones que no cesaba, ya fueran Olmo, Junior o Mayoral quienes remataban a portería. Este último dejó el nueve en manos de Mir justo cuando Pedraza suplía a Oyarzabal. Pero nada parecía surtir efecto a Luis de la Fuente, pues España se difuminaba casi por completo. Y en eso llegó el minuto 89, y en eso surgió Fornals. Bendita derecha.
Ceballos Volvió a ser el genio ofensivo de La Rojita, escoltado por Merino