Recelos sobre el ‘rápido’ mercado invernal bético
Tanto Aleñá como Guido Rodríguez están dejando dudas
Carles Aleñá llegó antes del regreso de vacaciones navideñas. Guido Rodríguez antes de que se alcanzara la mitad de enero, ecuador del mercado invernal. Y los elogios, alentados desde el oficialismo como casi siempre, se centraron en la celeridad con la que la secretaría técnica había traído los refuerzos de invierno. Sin ni siquiera comenzar a evaluar el rendimiento de los recién aterrizados.
Algo que, con las reservas de quienes todavía deben adaptarse a la forma de jugar de Rubi y de sus compañeros, de un nuevo campeonato en el caso del pivote argentino, ya se puede comenzar a hacer. Aleñá no ha convencido. Sobre Guido Rodríguez, que cuajó 45 minutos totalmente decepcionantes ante el Leganés y tampoco estuvo bien contra el Barcelona ni el Rayo (sus tres titularidades), hay más sospechas aún. Un futbolista en cuya jerarquía, es internacional argentino, se puede llegar a confiar, pero que viene rodada ya la temporada y de un campeonato completamente diferente en ritmo y calidad como es el azteca. Y al que, salvo sorpresa, todos intuían que podía costarle más adaptarse que a alguien de aquí o de una liga europea.
Aleñá ha mostrado su calidad en la combinación y la conducción pero ciertas lagunas defensivas. En Leganés, además, tuvo una gran ocasión de gol para dar la victoria gracias a un magnífico pase de Canales, que estrelló en el portero. Tiene 14 partidos más para reinvindicarse y ganar un sitio entre los futbolistas que formen parte de la plantilla del Barça la próxima campaña... o tal vez seguir en Heliópolis.