Triunfo en la vuelta de Clijsters
Muguruza salvó la digna oposición de la ex número uno “Me siento feliz por ser su primera rival”, dijo
La trayectoria deportiva de Garbiñe Muguruza no está para bromas, y por eso no se anduvo ayer con zarandajas en el regreso de la veterana Kim Clijsters (36), que jugó su primer partido en más de siete años después de dos retiradas, entre 2007 y 2009, y en 2012. La seriedad de una y la abierta sonrisa de la otra en la presentación mostraron claramente cómo afrontaban el duelo. Garbiñe venció por 6-2 y 7-6 (6) a la belga, ganadora de cuatro Grand Slams y ex número uno del mundo, y pasó a la segunda ronda de Dubái. Mañana se las verá con Kudermetova o Yastremska.
Pudo haber paliza, pero los errores de Muguruza (21 en total) le impidieron cerrar la victoria con mayor contundencia. Clijsters, que conserva el buen golpeo, la habilidad para sacar y la inteligencia tenística que le convirtieron en una de las mejores de su época, jugó con mucho orgullo, pero la diferencia física entre ambas es enorme a favor de la reciente finalista en Australia. Con cierto sobrepeso, a Kim le costó moverse en la pista, más al principio, para responder a los ataques de su adversaria, ágil en este inicio de curso. Aunque lo intentó contrarrestar con envíos angulados, sobre todo de revés, y bolas con mucho giro, le falta rodaje para ser competitiva. Su último encuentro lo disputó el 29 de agosto de 2012, en el US Open, con derrota frente a la británica Robson.
“Estoy contenta de ser su primera rival, nos lo pondrá difícil”, dijo Muguruza antes de opinar sobre el coaching desde la grada que estrena la WTA en Dubái: “No es mala idea. Conchita (Martínez) tuvo libertad para hablarme. Se hace en todos los deportes”.