Sergio Pérez, el gran perjudicado del parón
El mexicano tenía coche para luchar por el podio
Para un año que tengo coche…”, decía Sergio Pérez a su entorno el pasado jueves, en Australia, ante la previsión de que se aplazara el inicio de la temporada 2020 al menos durante un par de meses. La salud y seguridad de todos cuantos rodean el Gran Circo es siempre prioritaria, pero en el plano deportivo, el piloto mexicano de Racing Point afrontaba el GP en Albert Park con un monoplaza que aspiraba a subir al podio en las primeras citas del curso. Su evidente parecido con el Mercedes de 2019 le sitúa por delante de la zona media y razonablemente cerca de Red Bull y Ferrari, según los datos de estas dos escuderías. Pero no habrá carreras en dos meses al menos, las fábricas tendrán tiempo para reconducir la situación y el efecto sorpresa del antiguo Force India se verá disuelto por el poderío económico de Maranello o Milton Keynes.
No obstante, el propio Checo, de 30 años, le quitaba hierro al asunto respondiendo a preguntas de AS: “Sin duda tenemos un buen coche, aunque pienso que los top siguen un poco por delante. La zona media está muy apretada y para hacer podios aún dependemos de que les sucedan cosas a los tres coches de delante. Pero lo veremos, probablemente hemos hecho más pequeña esa diferencia aunque no sé por cuánto. Siento curiosidad por averiguarlo y ya veremos si estamos en condiciones de subir al podio en 2020”. Porque si bien, “hay razones para ser optimistas”, la situación “será muy diferente” conforme avancen las carreras.
Ahora Pérez, que durante la temporada reside en Madrid, ha regresado a su país, México, para pasar los meses más duros de la pandemia en casa, con los suyos. No le hubiera importado reunir a todo su equipo más cercano en el país americano. “Ahora lo importante es que seamos conscientes de este tema. Es mucho más serio de lo que creemos, tomemos el ejemplo de Italia, donde no tienen la capacidad hospitalaria para atender a todos”, dice el piloto de Guadalajara.
Avances “Hemos hecho más pequeña la diferencia con los tres grandes”