Se cerró ayer por la mañana porque McLaren debía autorizarlo
Mattia Binotto, director de la escudería, le da la bienvenida: “Carlos ha demostrado un gran talento y unos atributos que harán que encaje a la perfección en nuestra familia. Esta pareja, la más joven en Ferrari de los últimos 50 años, es la mejor combinación posible para lograr los objetivos que nos hemos marcado”. Encaje. En efecto, corren nuevos tiempos en Ferrari: se trata de la alineación más joven desde 1968, con Chris Amon y Jacky Ickx. Han cambiado las prioridades en la casa del Cavallino Rampante para plantar cara a Mercedes, incontestable durante seis campañas consecutivas de F1 híbrida. Leclerc tiene 22 años y es la piedra angular del proyecto para volver a ganar títulos, renovó en diciembre hasta 2024, a pesar de su corta experiencia, después de sorprender al paddock con dos victorias en su primera temporada de rojo. Mejoró los números de Vettel y cambió las normas establecidas, y precisamente el rol secundario fue lo que Seb se negó a aceptar. Ahora llega Sainz como complemento. ¿Escudero? Evidentemente parte en desventaja frente a un piloto establecido, pero ninguna cláusula de su contrato dice que su compañero tenga preferencia en estrategias o posiciones en pista. En Ferrari, más que en ningún sitio, la prioridad la marca el cronómetro. No hay que olvidar que hace unos meses era Leclerc quien debía ceder el paso a Vettel.
La oportunidad le llega a Sainz en el mejor momento de su carrera, tras cuajar la temporada de su vida con McLaren en 2019. Fue sexto del Mundial, el mejor entre todos los que no contaban con un monoplaza top, y logró su primer podio en Brasil remontando desde la última posición de la parrilla. Sus actuaciones le situaron en el radar de los equipos grandes y le abrieron de par en par las puertas de Maranello. También tenía en la mesa la oferta de renovación con McLaren Mercedes a partir de 2021, pero el debate interno se resolvió rápido. “Un campeón es leyenda cuando gana con Ferrari”, suele decir Marc Gené, hombre de la casa. Habrá que esperar unos meses para ver de rosso a Carletto Sainz, pero ya ha devuelto a España, de un golpe, la ilusión por la Fórmula 1.
Protagonista “Podéis imaginar lo contento que estoy”, dice el piloto madrileño