La leyenda de los 5 malditos
Ramelow, Neuville, Ballack, Schneider y Butt perdieron Bundesliga, Copa, Champions y Copa del Mundo en 57 días con el Bayer Leverkusen y con Alemania
De la gloria a la frustración hay un paso. Eso vivieron en 2002 Ramelow, Neuville, Ballack, Scheneider y Butt, que perdieron en el último momento cuatro títulos en 57 días con el Bayer Leverkusen y con Alemania.
■ Año 1990. Un chico noruego llamado Oivind Ekeland está jugando a fútbol playa en Río de Janeiro con varios amigos, cuando, de repente, ve a una chica brasileña que le corta la respiración y de la que queda perdidamente enamorado. Ella se llama Rosangela de Souza y es de Ipanema, como la Garota de la mítica canción de Vinícius de Moraes y Antônio Carlos Jobim. Sólo tenían 20 y 21 años, pero incluso a esa edad ya sabían perfectamente lo que querían y ocho años después de aquel
Glasgow, pero ni la picardía de Raúl, ni la maravillosa volea de Zidane, ni la increíble serie de paradas de Casillas en los últimos minutos juegan a favor del Leverkusen que vuelve a perder otro título en el último suspiro y dice adiós al triplete en tan sólo once días.
Casi sin tiempo para relamerse las heridas y reflexionar sobre tanta desgracia, cinco jugadores de ese equipo son convocados por Rudi
Völler para jugar la Copa del Mundo en Corea del Sur y Japón y es allí donde se consuma la gran tragedia de la historia del fútbol, porque el 30 de junio de 2002 la selección de Alemania, con sus 5 malditos del Neverkusen, pierde la final contra Brasil.
Carsten Ramelow, Oliver Neuville, Michael Ballack, Bernd Schneider y Hans-Jörg Butt han perdido todo lo que se puede perder en tan sólo 57 días y siempre llegando hasta el último partido en cada torneo. La última de las derrotas, además, se la ha propinado su propio compañero de equipo, Lúcio, que renuncia a ser el único maldito en la historia del fútbol y cede el “honor” a sus cinco amigos alemanes, si bien es verdad que con Ronaldo, Rivaldo y Ronaldinho de tu parte todo parece más sencillo. No volveremos a ver nada igual.
Parecía un matrimonio imposible, pero el amor siempre triunfa y por primera y única vez en la historia de la Copa del Mundo, la selección brasileña perdió un partido que ganaba a falta de diez minutos para su conclusión, gracias a los goles de Flo en el 83’ y de Rekdal, de penalti, en el 89’.
Y todos contentos. Bueno, todos menos la selección de Marruecos, eliminada del torneo a causa de aquella sorprendente remontada Noruega. Y es que ni el amor está libre de los daños colaterales.