“La sociedad sufre y hay que arrimar el hombro”
Pese a ser pamplonés, nunca había vestido la camiseta de Osasuna hasta que en julio de 2018 el club rojillo anunciaba su fichaje. Llegaba de la mano de Arrasate, con quien había coincidido en el Numancia. Estaba feliz, pero una lesión en octubre que se fue complicando le ha amargado. El parón por el COVID-19 llegó cuando empezaba a ofrecer de nuevo su mejor versión.
—¿Cómo ha confinamiento?
—Bien. Mi pareja y yo, por el bien de los niños, somos una familia de rutinas. Nos ha dado tiempo a establecerlas y nos hemos amoldado.
—¿En qué ocupó el tiempo?
—Leo mucho, me encanta. También me gusta ver cine y escribir alguna cosilla.
—Este parón insólito ha llegado justo cuando usted estaba empezando a tener continuidad y coger ritmo…
—Es cierto que en el plano futbolístico individual, después de un año complejo por la lesión, en marzo estaba bien, participando, con una buena dinámica a nivel colectivo y viviendo un año muy bonito en Primera, con la afición.
—¿Tiene totalmente olvidada la lesión del pie?
—Sí. Está olvidada. Si hace unos meses me hubieran dicho que iba a pronunciar esta frase, no me lo hubiera creído. Hay momentos en los que te metes en un agujero y no eres capaz de salir. Se buscaron todo tipo de fórmulas y no se acababa de acertar con la solución. Una vez pasado todo el proceso, me he dado cuenta de mi forma de ser y tal vez tomar decisiones precipitadas en algún momento no me ayudó. A veces los futbolistas somos
llevado
el demasiado impulsivos y quizá no nos dejamos aconsejar como debiéramos.
—Está cerca la vuelta.
—Yo intento no ir más allá del día en el que estamos, principalmente porque en esta situación avanzar la mente hacia fechas venideras te puede perjudicar. Puede generar cierta ansiedad. La incertidumbre es la causante de ese tipo de malestar. A mí me gustaría volver a jugar en un escenario acorde a la sociedad, en el que todo se hubiera solventado y que pudiéramos ir de la mano, no diferenciar el fútbol del resto de estamentos. Pero entiendo que esto no es así, que hay prioridades e intereses.
—Empezarán sin gente.
—Yo preferiría esperar más tiempo, ir de la mano de la sociedad y cuando se pueda, jugar. Pero sé que hasta la próxima temporada no podrá ser.
—¿Cómo ha asimilado el acuerdo para la reducción del salario en un 20 por ciento?
—Todos estamos de acuerdo y concienciados de que es una situación difícil, en la que todo el mundo debe intentar hacer un ejercicio muy grande de empatía y solidaridad. La sociedad está sufriendo y es momento de arrimar el hombro. Con calma y responsabilidad, vendrán tiempos mejores.
—¿Qué mensaje mandaría a los aficionados?
—Que mucho ánimo a todos, que en las situaciones tan complejas que se están viviendo intenten reflexionar sobre la velocidad a la que vivíamos antes de todo esto. Si esta situación nos sirve para cambiar de manera individual y como sociedad, sería muy importante. Todos podemos echar de menos el fútbol, la montaña, los Sanfermines… Pero son cosas que van a volver. Lo que da mucha pena es cuando alguien pierde a un ser querido.
A veces los futbolistas somos demasiado impulsivos y no nos dejamos aconsejar”