FIFA 21 se deja los deberes para el mercado de invierno
El juego de EA ha optado por una versión continuista
EI FIFA, que siempre ha presumido de ser la opción más realista dentro de los simuladores de fútbol, ha llevado esta filosofía hasta el extremo de mimetizarse con los grandes clubes de LaLiga que apenas han presentado novedades para la presente campaña.
No es que el nuevo FIFA no cambie cosas, que las cambia. Sino que el aire general del juego es de “esto ya lo he visto”. Las innovaciones no son capaces de eclipsar esa sensación de falta de novedades; bien es cierto que la próxima llegada de la nueva generación de consolas parece haber obligado a poner gran parte de los recursos en ese horizonte y en una versión para invierno que sí deslumbre a los millones de incondicionales de la saga.
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Más fácil. Una de las modificaciones que se han introducido es una mayor ventaja de los delanteros sobre los defensas y eso debe a dos factores, por un lado los defensas son más lentos al reaccionar y por otro el nuevo sistema de regate que, en manos de jugadores de nivel, se vuelve imparable. El resultado es que es mucho fácil meter goles. También se ha implementado un sistema de desmarque para el usuario que aún necesita pulirse, en parte porque la IA de la máquina no está a la altura de la humana.
A pesar de que el ritmo de partidos ha bajado ligeramente, la opción de pases largos y de entradas por banda ha ganado peso sobre la anterior versión. Con lo que los choques se convierten en un ida y vuelta constante. Continuista. El apartado gráfico necesita un lavado de cara tras varios años con el mismo motor, se han mejorado algunas animaciones, pero la renovación que viene ya pidiendo desde hace tiempo se ha aplazado hasta el cambio generacional.