El 4-4 en finales de Slams se deshace hoy
Djokovic gana 29-26 en los duelos contra Nadal, aunque pierde 17-7 en tierra batida
El duelo más repetido de la historia del tenis, el que llevan dirimiendo desde los cuartos de final de 2006 en Roland Garros Rafa Nadal y Novak Djokovic llega hoy, precisamente en el torneo francés aunque esta vez en la final, a su edición número 56. El serbio domina en el balance total por 29-26 y una victoria del español reduciría su ventaja a solo dos victorias. Aquel primer partido lo ganó Nadal sobre tierra batida y el último, en la las fase final de ATP Cup disputada en Sídney, se lo apuntó Djokovic en pista dura.
El balear, eso sí, domina claramente en los enfrentamientos sobre arcilla, con un 17-7 que puede aumentar hoy. En Roland Garros, el balance favorece al de Manacor por 6-1, con una única derrota en los cuartos de 2015. En su torneo preferido, Nadal domina con 17 sets por siete de Djokovic. En el global de su historial común en partidos jugados en pistas de polvo de ladrillo, el balance de mangas es de 41-23 para el actual número dos del mundo con 99 breaks frente a los 74 de su oponente.
Final número 28. La de hoy en la Philippe Chatrier será la 28ª final entre Nadal y Djokovic, 12ª en tierra y 9ª en Grand Slams (se han medido al menos una vez en cada uno de los cuatro). En el global manda Nole por 16-11, sobre arcilla la ventaja es para Rafa por 7-4 y en majors, esta tarde se deshará el empate a cuatro. El último choque por un gran trofeo se lo apuntó el balcánico el año pasado en Australia.
La primera vez que quedé para entrenar con Nadal fue un día de invierno en Barcelona a las nueve de la mañana. Llegué al CAR de Sant Cugat y me lo encontré en manga corta, pantalón corto y la raqueta en la mano. Yo iba con anorak, bufanda, gorro de lana... Le dije: ‘¿Qué haces así, no calientas? Hace mucho frío?,’ y me contestó: “Ya estoy listo”. Yo corrí un poco y cuando empezamos, la primera bola que le tiré me la devolvió a máxima potencia: ¡Raaaaaas! Paré y le pregunté: ‘¿Pero como el pegas así al principio.’ “Yo doy del primero al último golpe con toda la intensidad que tengo”, replicó. Prometo que en ese momento ya vi que era especial.
Rafa siempre está preparado para todo, aunque a veces las condiciones no le benefician, pero no quiere decir que tire la toalla ni que busque excusas. En París ha buscado alternativas, como en el fútbol, del 4-4-2 al 4-2-3-1. Varía y se adapta. Juega con lo que hay y eso es impresionante. Dicho esto, la final la veo muy igualada, aunque Nadal es más consistente, más rudo en tierra, y Djokovic puede llegar a desesperarse. Los dos están muy bien. Rafa ha subido su nivel y a Novak los cinco sets contra Tsitsipas no creo que le pasen factura, más bien le ponen en posición de lucha, porque si no va con todo lo que tiene, en arcilla no puede ganar. La clave para los dos es el drive. Con eso, Nadal tiene que mover a su rival para no jugarle cuatro seguidas contra su revés, que es casi indestructible. Habrá tensión, porque los dos se juegan una parte importante de la historia del tenis.
Ventaja Nadal domina por 6-1 en los duelos de Roland Garros