El derbi del pasillo en el R
El Athletic homenajea a la Real Sociedad, el campeón de Cop
Marcelino zanjó ayer el debate: “Haremos el pasillo al campeón, como corresponde”. Se rendirá tal honor a la Real Sociedad, como campeón de Copa, aunque en la era actual hay quien considera que es algo humillante, en parte por los que se han tenido que hacer entre sí Madrid y Barcelona, por la enorme rivalidad existente entre ambos. Los leones ya estuvieron elegantes el sábado en La Cartuja y hoy añadirán otro gesto.
No podía ser de otra manera con el club que hizo el primer pasillo en el fútbol español, en 1970. Los protagonistas fueron dos equipos que comparten raíces, algo que ayudó a que se produjera ese gesto señor. El Athletic agasajó al Atlético en Copa por haber ganado éste la Liga. Iribar, Clemente, Luis Aragonés y Gárate estaban presentes.
Tras ese acto breve, vuelve a repetirse derbi, con la intención de revancha por parte de los rojiblancos, que han mordido el polvo este año otra vez además del viernes, el día de Nochevieja, el que dejó sentenciado a Garitano.
Las chanzas han volado de un punto a otro de la AP-68 estos días. No han hecho gracia en Bilbao la celebración de la trompeta de Illarra, al estilo Villalibre; y la burla de Remiro y Llopis, entrenador de porteros txuri-urdin imitando a Williams y su festejo cuando ganó la Supercopa. Pero la relación entre ambas plantillas es buena. El Athletic supo perder con enorme elegancia en Sevilla y destacaron sobre el resto Íñigo Martínez y el capitán Muniain.
Las alineaciones van a variar con respecto a La Cartuja. Para empezar Silva ha vuelto a caer lesionado, con un tirón muscular, y tratará de recuperarse para el tramo final de la temporada. Tampoco está Illarramendi, con lo que el centro del campo realista se ve muy afectado.
A la Real le espera otro desafío histórico: no se clasifica dos años seguidos para Europa desde aquel equipo campeón de los 80 con Ormaetxea. Ahora lo pelea con Betis y el Villarreal. El séptimo se puede quedar sin premio si los vizcaínos vencen la final del 17.
Marcelino se dejó en La Cartuja parte del inmenso crédito que ganó en el mismo escenario hace menos de tres meses con la Supercopa. Está muy hundido, como el equipo. Prometen una breve tregua con el pasillo. Luego darán guerra.
Festejo No han gustado en Bilbao algunas burlas de los txuri-urdin