De Gasol a Garuba van 22 años
Tokio. Esta casualidad nos recuerda, por un lado, el brillante pasado, todavía presente, del basket español, con los laureados, históricos e incombustibles Pau y Laia al frente. Y, por otro, nos anuncia que el pozo no se ha secado, que aún brota calidad para asegurar el porvenir. La transición está en marcha.
La lista de Scariolo, que mezcla varias generaciones, la NBA, la Euroliga y las Ventanas, desprende muy buena pinta para sostener a España en esa cúspide. El equipo conserva piezas decisivas en la proclamación del último Mundial: las dos estrellas de entonces, Ricky Rubio y Marc Gasol, junto a Rudy, Llull, Claver, los hermanos Hernangómez, Oriola… El grupo se refuerza con la peculiar vuelta de Pau Gasol, con los ilustres regresos del Chacho Rodríguez y Abrines, y con la fresca aportación de Abalde, Brizuela, López-Arostegui, Saiz, Sergi Martínez, Alocén y Garuba. No permanecerán todos, claro, habrá seis descartes. Sólo se echa en falta a Mirotic, con problemas personales, porque Ibaka hace tiempo que se borró. Pero incluso con estas ausencias, la Selección ilusiona. Y mucho.