Major a tiro para Rahm
El vizcaíno carbura tras la COVID en el grande que peor se le da
Ni rastro de la COVID ha quedado en el cuerpo de Jon Rahm. Al menos si juzgamos por su actuación en las dos primeras rondas del US Open. El vasco, que fue expulsado del Memorial hace dos semanas por un positivo, las cerró en el top-5 con un -2 el jueves y un -1 el viernes para -3 en total. Tarjeta sensacional que le llevó al fin de semana en una posición difícilmente mejorable para intentar amarrar su primera major.
Rahmbo busca su instinto de killer en un campo fetiche para él, Torrey Pines (San Diego, EE UU). Ese que todo el mundo sabe que tiene pero que por ahora no ha aparecido en las cuatro citas que marcan el calendario. Sí hemos visto estallidos puntuales, como los tres top-10 seguidos en Augusta, el cuarto puesto en el PGA de 2018 o el tercero en el US Open de Pebble Beach en 2019, pero nunca la traca completa. Y lo curioso es que este es el grande que peor se le da históricamente. En cinco apariciones hasta esta falló dos veces el corte y otras dos quedó fuera del top-20.
La diferencia es que esta vez conoce el trazado a la perfección y lo está demostrando. Sin coger muchas calles ni greenes ha pateado de cine, pegado muy largo y lucido manos alrededor del green cuando la cosa se ha puesto complicada desde el tee.
Al cierre de esta edición se mantenía sólido al par para -3 tras siete hoyos, a tres de Henley, líder con -6 tras cinco. Hoy intentará hacer presa al fin.