Suiza llega lanzada tras su heroicidad
El equipo de Petkovic confirmó en octavos de final ante Francia que siempre presenta batalla
Los resultados de los helvéticos en las cuatro últimas grandes citas hablan bien de su regularidad. El ingreso de Zuber en el once les ha dado más profundidad por la izquierda. Tiene el hándicap de la baja de Xhaka, el medio centro que firmó una actuación portentosa ante Francia.
que ganó profundidad y agresividad en ataque. El futbolista del Eintracht de Frankfurt ha dado desde entonces cuatro asistencias de gol en los dos partidos que ha jugado como titular y lidera esta estadística en el torneo. La producción ofensiva del colectivo también se ha multiplicado: Suiza pasó de marcar un tanto en los dos encuentros iniciales a lograr seis en los dos siguientes.
La sanción de Xhaka, un gran problema. Los dos grandes estandartes de esta Suiza son sus dos jugadores de origen kosovar, el medio centro Granit Xhaka y el mediapunta Xherdan Shaqiri. Ambos suelen crecerse con la selección helvética, alcanzando un nivel mucho más alto que el que muestran regularmente en sus clubes. Shaqiri ha tenido hasta el momento una Eurocopa discreta, salvo por su brillante actuación ante Gales, cuando anotó un doblete. En los otros tres encuentros prácticamente no tuvo ningún peso y acabó sustituido en todos ellos. Sin embargo, su capacidad para desequilibrar en el uno contra uno, su potencia en la arrancada y su poderoso disparo
Remo Freuler: Denis Zakaria, del Gladbach,o Djibril Sow, del Eintracht. Ambos responden a un perfil muy dinámico, de gran trabajo, aunque les falta la finura de Xhaka y, sobre todo, su jerarquía para contagiar al resto de compañeros.
El revulsivo Gavranovic. Seferovic, tras su doblete contra Francia, es indiscutible como referencia ofensiva. Embolo, pese a haber ido de más a menos en el torneo, tiene la velocidad idónea para lanzar contragolpes, algo que Suiza va a buscar a menudo ante la dominante España. Pero el tercer delantero de la convocatoria, Mario Gavranovic, llega lanzado tras anotar el tanto que forzó la prórroga el lunes. En el debut ante Gales, el
VAR ya le anuló un buen gol por milimétrico fuera de juego. Siempre que ha entrado en los tramos finales de los partidos ha mejorado a Suiza y ha demostrado llegar a la Eurocopa con la chispa necesaria para marcar diferencias.