Juegos a puerta cerrada
La cita olímpica anuncia que no permitirá aficionados ● Tokio vivirá el evento bajo un estado de emergencia sanitaria
de la capacidad de cada sede, pero tras este anuncio, se ha decidido que se celebrarán sin público en la capital y en varias prefecturas. La presencia de aficionados extranjeros ya había sido vetada desde el pasado mes de marzo. Indirectamente, esta medida también influirá en comercios y restaurantes, que podrán ver adelantado su cierre. “Debemos dar pasos importantes para evitar un nuevo brote a nivel nacional y para considerar el impacto de las variantes de coronavirus”, afirmó Suga.
Se trata del cuarto estado de emergencia que vivirá Tokio desde que estalló la pandemia y llega después de que, debido al efecto de la contagiosa variante Delta del virus, se haya informado de un aumento de 920 casos este pasado miércoles, el mayor desde mediados de mayo. Las últimas cifras en el país eran de una media de 1.683 nuevos casos en los últimos siete días y 22 muertes. Sólo anteayer se reportaron 2.180 nuevos casos en todo Japón. Y eso en un país en el que las cifras de vacunación apenas llegan al 15% de una población cuyo 25% tiene más de 65 años.
Bach, presente. La noticia de que no habrá aficionados en la cita polideportiva pilló al presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, recién aterrizado en Tokio, donde deberá pasar una cuarentena de tres días antes de llevar a cabo una serie de visitas a la Villa, así como a Hiroshima el próximo 16 de julio, día en el que la ONU declarará la tradicional tregua olímpica. Tanto representantes del COI como del CPI (Comité Paralímpico Internacional) se reunieron con miembros de la organización y autoridades locales y nacionales para conocer de primera mano la situación y el impacto que supondrá en el evento. También publicaron un comunicado conjunto en el que aseguraban que “respetan y apoyan” la decisión “en interés de unos Juegos seguros para todos”, a la vez que lamentaban que la situación haya obligado a tomar esta medida por “los atletas y los propios aficionados”. También se explica que aún se debe valorar si la restricción de público se aplicará de nuevo en los Juegos Paralímpicos (del 24 de agosto al 5 de septiembre).
Y todo cuando hoy estaba previsto la llegada a Tokio de la antorcha olímpica, cuyo recorrido por la capital también vivirá fuertes restricciones, hasta el punto de que los relevos se lleven a cabo en pequeñas ceremonias a puerta cerrada. Ya durante su marcha por Japón ha vivido varios episodios de las frecuentes protestas contra la celebración de unos Juegos que, tras ver en 2020 cómo la pandemia obligaba a atrasarlos un año, hacen lo posible por sobrevivir.
En alerta El repunte de casos en la capital ha obligado a medidas drásticas
Ciudadanía Cada vez son más frecuentes las protestas contra la celebración