Hoy, otra trampa: Valdepeñas de Jaén
La etapa finaliza en este clásico moderno de La Vuelta, un rampón que llega a superar el 20%
En el trabajo que realizó la organización en este nuevo siglo para encontrar una identidad propia, La Vuelta apostó por las llegadas en cuesta. Hace once años, Valdepeñas de Jaén se convirtió en una de las que más fama se labró, con su final en una rampa imposible de algo más de un kilómetro con tramos por encima del 20%. En la actualidad, la ronda española ya no recurre tanto a este tipo de desenlaces explosivos, aunque no se olvida de incluir alguno y, en este regreso de la carrera a Andalucía, se acordó del muro jiennense.
Se ascenderá por cuarta vez en la historia tras los triunfos de Igor Antón en el estreno en 2010, Purito al año siguiente y Dani Moreno en 2013. Ahora retorna como otra de esas ‘trampas’ ubicadas en una segunda semana de competición que, a priori, parecía la más sencilla y ya se comprobó ayer en Rincón de la Victoria que va a tener mucha miga. En esta ocasión, con salida en Antequera, el desenlace contará en sus últimos 16 kilómetros con un puerto de segunda como Locubín (8,8 km al 5%), su posterior descenso y la mencionada llegada en la pared valdepeñera, una fiesta en cada llegada de la carrera. Si faltaba algún elemento, al previsible calor que se espera, por encima de los 30 grados, se añade el riesgo de lluvia como sugieren algunas previsiones.
En principio, la jornada, muy corta con sólo 133 kilómetros, se espera intensa en la lucha por colarse en la fuga y también en la pelea por el maillot rojo, ahora con el líder Eiking y el francés Guillaume Martin, segundo a 58”, como protagonistas. “Ya nos han avisado de la dureza del repecho final, intentaré defenderme”, comenta el noruego. Para colmo, ese explosivo final también parece ‘terreno Roglic’, para que vuelva a probar y tense a sus adversarios. Otro día con picante en La Vuelta.