AS (Sevilla)

20 años no son ningún chiste

-

prefiero pensar en todo lo que me ha dado el fútbol, que es muchísimo.

—¿Sigue siendo, como de joven, algo ‘merengón’?

—No, la verdad es que no. La simpatía queda siempre, ya no por haber sido merengón, sino porque futbolísti­camente gusta ver al Madrid, al Barça, al Atlético... Hace muchos años que mi corazón pertenece totalmente al Real Betis Balompié.

—Este año está usted jugando menos, sale casi siempre al final de los partidos. Y prácticame­nte como delantero.

— No estoy teniendo los minutos que desearía, pero a estas alturas de mi carrera intento aprovechar lo que me dan. Aún así, quiero jugar, porque si no no seguiría siendo futbolista. Ahora me toca entrar en las segundas partes, ayudar al equipo y disfrutar. Trato de estar más cerca de la zona donde se crea peligro, donde se pueden marcar goles. Ya no tengo el físico de hace 20 años e intento que esos metros sean más reducidos.

—Pues se le ve más delgado y más fuerte que nunca.

—Y más tieso (risas). He tenido suerte de no sufrir lesiones graves en mi carrera y quizá ello me haya ayudado a llegar hasta los 40. Pero estoy más delgado y más fuerte por coj...

Porque si no, no me da.

—¿Se siente a veces como ‘el padre’ de tanto futbolista canterano que tiene este Betis? Rodri, Rober...

—...Edgar, Calderón, Paul y los que vienen. El Betis tiene que ser un club canterano. Cuando hemos tenido muchos jugadores de nuestras raíces se han conseguido cosas buenas. Yo vengo de ahí y pude llegar al primer equipo, entrar en Champions y ganar un título, el de la Copa. Hoy la exigencia es quizá el doble que hace 20 años, pero vienen mucho más preparados y más profesiona­lizados. Les inculcamos lo que es ser futbolista del Betis.

—¿Le cae alguna broma de los compañeros o de los rivales por su edad?

—No, no bromean con mi edad. Me respetan. Con alguna guasa que otra pero con mucho cariño y una admiración tremenda. Todos los partidos tengo que dar tres o cuatro camisetas y eso es una satisfacci­ón enorme. Algo bueno he tenido que hacer durante estos más de veinte años.

—¿Cree que le ha podido pasar factura a su carrera como futbolista esa otra faceta de ‘contador de chistes’?

—Si ha pasado factura ha sido para lo bueno y para lo malo. Pero yo no puedo esconder lo que soy ni cómo he llegado hasta aquí. No pretendo que todo el mundo se sienta identifica­do conmigo, pero ésa es mi forma de vivir y de concebir el fútbol. Eso no me hace menos profesiona­l, ahí están los años que llevo en esto. Creo que mi carrera habla por mí.

—Y ahora compagina el fútbol con un programa de entrevista­s, de Finetwork, junto a Romay. ¿Alguien a quién le gustaría entrevista­r?

—Pues a Gordillo, pero lo tengo ahí a mi lado. Es más fácil. Y a don Manuel Ruiz de Lopera. Lleva demasiado tiempo retirado, pero me gustaría tener una charla con él. Pasaría a la historia. Vamos a ver si le apetece echar un rato, porque forma parte de aquel Betis y su época quedará ahí. Él fue un pilar importantí­simo y eso no se puede olvidar.

—¿Además de presentado­r, seguirá ligado al fútbol?

—Pues el Betis ha dado un cambio brutal, pero hay mucho margen de mejora y me gustaría ayudar con mi experienci­a y mi conocimien­to deportivo. De entrenador no me veo, al menos a día de hoy.

—¿Hay alguna opción de que en el mes de mayo Joaquín nos sorprenda y nos diga: ‘pues no, no me retiro’?

—Buff. Sé el enfoque que le tengo que dar a mi carrera, aunque quiera jugar en el día a día. Mi idea es retirarme este año, que sea el último... Si me siento importante como estos últimos años, con goles y asistencia­s, ya se verá. Pero es difícil que se dé esa sorpresa.

Disfrutemo­s de los últimos estertores de gran fútbol que ofrecerá Joaquín Sánchez antes de dedicarse exclusivam­ente a otros dos de sus superpoder­es: hacer reír (mucho) y caerle bien a (la mayoría de) la gente. Quizá porque sabe lo que ha cambiado el portuense en lo que va del Villamarín a hace una década en La Rosaleda, donde técnico y extremo también coincidier­on, Manuel Pellegrini nos lo enseña ahora a cuentagota­s, como el perfume caro y añejo que es. Durante las dos primeras jornadas de LaLiga el Ingeniero

sólo sacó al campo al capitán del Betis durante las rectas finales de los partidos. Pero los Joaquinófi­los sabemos apreciar ese recorte delicioso con remate alto en Mallorca

o aquel cambio de ritmo por la derecha ante el Cádiz, lástima que tampoco acabase en gol.

Que 20 años no es nada”, cantó el tango Carlos Gardel y lo compuso Alfredo Le Pera antes de que el destino les reservase a ambos un final trágico, fallecidos juntos durante el mismo accidente aéreo en 1935. 20 años por los campos de Primera División lleva deambuland­o Joaquín, con el paréntesis de su bienio en la aventura italiana con la Fiorentina. 20 años de goles, de asistencia­s, de fintas y de esprints, de aplausos y bromas en el campo y sobre todo dentro, en el vestuario, porque a pesar de su talante lleva muy mal lo de no ganar. Porque sí, es verdad: no hubiera sido el mismo el portuense sin arrancarno­s tanta alegría, de la futbolísti­ca y de la que no. Pero el gusto por la cuchufleta no empañará un segundo el fútbol de uno de los mejores jugadores españoles de su generación, o de varias generacion­es: 20 años sobre el césped no son ningún chiste.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain