Los 100 minutos que devolvieron la vieja normalidad
Nunca vuelvas al lugar donde fuiste feliz, advierten los románticos. Y razón no les falta. Pero cómo podía renunciar el Espanyol a la primavera cuando acaba de sobrevivir al crudo invierno. Así que, ante el Atlético, por si no lo había hecho ya el 8 de mayo, cuando materializó el ascenso, o hace un mes, en el estreno de LaLiga, volvió oficialmente a Primera. Como solo él sabe hacerlo.
Arriesgó con un planteamiento valiente, celebró el gol de Raúl de Tomás, el primero de la temporada, sufrió con la lesión de Calero y debutó el adolescente Recasens, suspiró aliviado cuando el VAR anuló el 1-1 por órsay de Suárez, silbó al uruguayo tanto como ovacionó a Melendo o Melamed, maldijo el empate, un insólito añadido de diez minutos y la remontada. Así que no necesitó pellizcarse para confirmar su retorno a la vieja normalidad.