La Real logra sobrevivir a la batalla de Eindhoven
Enorme partido de Götze frente a un Oyarzabal que perdona
La Real Sociedad se volvió de Eindhoven con un punto que vale su peso en oro. Porque empatar fuera de casa en Europa es muy complicado. Y porque el PSV le exigió una barbaridad y le llevó a acabar pidiendo la hora. Los donostiarras, que llegaron con ventaja al descanso, sobrevivieron en la segunda parte a la magia de Götze; pero al mismo tiempo acabaron perdonando la vida al PSV con un mano a mano de Oyarzabal, en el tiempo de descuento, que Drommel le sacó de forma magistral.
Tardará tiempo en olvidar la jugada el capitán realista, que después de un error clamoroso de Boscagli, con asistencia involuntaria, se quedó solo delante del portero del PSV con todo el campo y el tiempo para pensar qué hacer, pero la acabó tirando al muñeco. Fue la última acción del partido, la que le hubiera dado la victoria a la Real, que aunque hubiera tenido pinta de injusta, sabía a gloria. Aunque el empate también se agradece, sobre todo porque en la acción anterior Teze había dejado temblando el poste de Remiro, y se veía más cerca la derrota que el triunfo.
Con todo, la Real puede volver satisfecha de su estreno en esta Europa League, porque se vuelve con un punto de un escenario muy complicado, del que poco botín va a dejar escapar el PSV. Y lo hace en un partido muy exigente y disputado, ante un muy buen rival que le puso en muchas complicaciones. La Real supo aprovechar sus momentos para llegar al descanso por delante en el marcador. Le costó adaptarse al nivel de exigencia del PSV, pero fue de menos a más hasta situarse a la altura de lo que le pedía el partido. Januzaj avisó con un trallazo al larguero, y cuando mejor estaba la Real, apareció Götze para hacer el 1-0. Por fortuna, los donostiarras no acusaron el golpe y reaccionaron rápido, gracias a dos internadas espléndidas por la derecha de Zaldua, que hizo una primera parte soberbia. Januzaj e Isak dieron la vuelta al tanteador. Y Gakpo restableció las tablas.