Rubén Pardo
Pardo destila normalidad en un discurso que se mimetiza con los valores del Leganés. Pese a que los pepineros son colistas, el nerviosismo no se atisba en sus reflexiones.
—¿Cómo están?
—Somos conscientes de que somos últimos, pero en el día a día se ve un equipo alegre.
—¿Hay tranquilidad?
—Sí. Es momento de trabajar, trabajar y trabajar…
—Doctor, ¿qué le pasa al equipo?
—No sabría decirte. Sólo sé que estamos convencidos de que llegará la victoria…
—¿Y si la crisis se extiende?
—Que no se gana… pues lo de siempre: seguir trabajando. Pero estoy convencido de que el sábado ganaremos.
—Quizá toca cambiar el objetivo del ascenso...
—El año pasado ya lo dije. Íbamos muy bien y yo repetía que el objetivo era cada fin de semana. Ahora no lo voy a cambiar. Somos últimos. Toca ir partido a partido.
—¿Habría fichado sabiendo que le tocaría este marrón?
—Sí. Lo tenía claro al 100%.
—Cuando se marchó parecía difícil que retornara...
—Pero con Txema Indias, director deportivo, y con Felipe Moreno, secretario técnico, hablábamos mucho. Hubo interés.
—¿Sólo Leganés?
—Hubo cosas de Primera y Segunda, pero el que más interés puso fue el Leganés.
—¿Rechazó algún Primera?
—A ver… fueron más llamadas para interesarse por mi situación. Pero sin nada firme.
—¿Habló con Asier?
—No. No tuve conversación con Asier. Pero sabemos lo que piensa de mí. Lo que yo pienso de él…
—Al final de la pasada temporada no jugó…
—Cuando salió la opción, para nada pensé que volver supusiera retornar para no jugar.
—¿Quién es la estrella del Leganés?
—El equipo. Nadie va a su rollo, pensando que es el mejor. En el Leganés, como vayas pensando que eres el mejor, estás fastidiado. Sigo pensando que podemos competir con la mejor plantilla de Segunda. del