La BMW R 1250 RT es la rutera perfecta
La última evolución de la moto viajera de la marca alemana progresa en todos los aspectos para convertirse en un conjunto ideal para afrontar las rutas más ambiciosas
Las trail se han convertido en las preferidas de muchos motoristas para afrontar largos viaje, en detrimento de las tradicionales ruteras. Es así como modelos tan cualificados como la nueva BMW R 1250 RT han quedado relegados a un segundo plano, aunque sin una razón convincente más allá de las tendencias de mercado.
Porque esta última evolución de un nombre clásico en la gama de la marca alemana se revela como una máquina ideal para desplazamiento ambiciosos. Lo confirma un diseño de carenado que protege al máximo al piloto, un motor de prestaciones más que sobradas y muy fiable, un equipareacciones miento completísimo y ayudas a la conducción que acercan los sofisticados vehículos de dos ruedas a los de cuatro.
La R 1250 RT es una motocicleta imponente por su aspecto y dimensiones, aunque una vez en marcha aparece un conjunto ágil y manejable. No es la solución idónea, claro está, para la circulación urbana, lo suyo son las carreteras que persiguen el horizonte y que sobre ella se recorren con una comodidad y seguridad difíciles de igualar.
Su motor es el más moderno de la inagotable saga del bóxer bávaro, dos cilindros opuestos que superan los 1.250cc para entregar 136 CV y rebosante de par. Gracias a su distribución variable, la respuesta es siempre inmediata, lo que se combina con unas intachables de su transmisión final por cardan y las suspensiones de diseño específico (y peculiares) desarrolladas por BMW.
Quizá lo más deslumbrante de la nueva RT, al margen de su efectividad rutera, es la dotación tecnológica en todos los aspectos. Empezando por una llamativa pantalla de instrumentación TFT de nada menos que 10,2 pulgadas (como la de un coche), con conectividad a través de una aplicación de la marca (sin Apple Car Play o Android Auto) y una información completísima, para seguir con tres modos de conducción, control de estabilidad y otro de crucero que permite mantener la distancia gracias a su capacidad de frenado. Poco más se puede pedir para viajar al fin del mundo...