Es el momento de planificar
Fernando J. Santiago, presidente del Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos, firma estos párrafos. Ya terminan las competiciones deportivas y llega el momento de hacer balance de la temporada. Es preciso hacerlo en lo deportivo y en lo económico. Una vez realizado, es lo habitual que deportivamente concluyan sobre los aspectos a mejorar, cómo acometer la mejora y establecer los objetivos para el siguiente año.
En lo económico, a menudo el análisis se queda en cómo ha finalizado la caja, si quedan deudas pendientes de pagar o ingresos pendientes de cobrar y, una vez pagado y cobrado todo, cuál ha sido el resultado. Eso sí, hay que dar un paso más en lo que respecta al balance económico, procurando establecer objetivos a futuro y planificando las acciones necesarias para alcanzarlos.
Igual que en los temas deportivos, el área económica debería ser objeto de una planificación a varios años vista. Lo habitual en el mundo empresarial son los tres años siguientes, si bien entre tres y cinco años es un plazo razonable para establecer la estrategia y buscar los canales que permitan alcanzar los objetivos establecidos. Es difícil, a menudo, que en un año se cambie radicalmente una situación, salvo que haya mucha suerte o se esté cerca de generar dicho cambio.
Y, creo que también es evidente, que los objetivos deportivos y económicos deben estar alineados. Si no obtienes suficientes ingresos, igual no puedes aspirar a ser campeón de Europa. Hace poco me contaban del directivo de un club que había participado en un torneo europeo por primera vez. Su primer partido lo jugó fuera de España. Si ganaba, el siguiente sería en casa y eso suponía pagar el desplazamiento al equipo foráneo.
El corazón del presidente del club deseaba que su equipo ganara. Pero la cabeza le decía que no tenían dinero para pagar el desplazamiento al equipo que debería visitarles en caso de triunfo. Finalmente perdieron por la mínima y el sabor agridulce le quedó al presidente. Pero la realidad es que la planificación estuvo a punto de estallar por no considerar qué pasaría si ganaban. Y, en este caso, es mejor no inscribirse para evitar sorpresas.
Una buena planificación a medio plazo puede suponer un crecimiento moderado, pero sostenible para los clubes aficionados, modestos, donde es muy difícil obtener recursos.