Mundos diferentes
Las estrellas europeas de la NBA reconocen lo difícil que se les hace jugar con el “duro” estilo de la FIBA
El juego es más duro en Europa. En la NBA hay más talento, claro. Pero en Europa es más intenso. Te cierran las vías de paso, te defienden por toda la pista… no sé si es porque hay menos talento, pero es más físico”. Giannis Antetokounmpo habló sin ta- pujos de lo duro que se le hizo el Eurobasket, en el que promedió 29,3 puntos, 8,8 rebotes y 4,7 asistencias. Números de videojuego que no metieron en las medallas a una Grecia que trató de adaptarse al estilo NBA de su superestrella.
Alemania, en cuartos, plantó literalmente un muro delante de Giannis, letal con unos espacios que en la NBA son gigantescos pero en Europa acaban estrangulados porque no existe la regla de los tres segundos defensivos, que en EE UU impide que un jugador, cuando defiende, pasé más de tres segundos en la zona sin estar en acción de defensa directa a un rival. En el baloncesto FIBA, los grandes pívots pueden plantarse cerca del aro… y sus compañeros pueden hacer ayudas masivas.
Isaiah Canaan no fue una estrella, pero pasó seis años en la NBA antes de saltar a Europa. Después de brillar en el UNICS, jugará en un Olympiacos en el que compartirá pista con un pívot de 2,18, Moustapha Fall: “Cuando llegas a Europa, ves cómo cambian los espacios. La regla de los tres segundos es esencial. En la NBA no puedes coger a un tío como Fall y plantarlo en mitad de la zona todo el rato”.
Luka Doncic, que también salió trasquilado del Eurobasket (otra derrota en cuartos), lo explica de forma sencilla: “En la NBA hay mejores defensores, en Europa mejores defensas colectivas”. Nikola Jokic se estrelló antes con Serbia, en octavos: “En Europa tienes que pensar más rápido. Te vas de un defensa… y ya tienes encima la ayuda”. Jokic es el MVP de las dos últimas temporadas NBA y Giannis Antetokounmpo de las dos anteriores (y campeón y MVP de la final en 2021). Los dos, y también Doncic, han estado las dos últimas campañas en el Mejor Quinteto. El baloncesto FIBA saca pecho.
El entrenador David Blatt, que ganó 17 títulos en el mundo FIBA y llegó a una final de la NBA con los Cavaliers, se acoge a otra explicación sencilla de esas dificultades que suelen airear las estrellas de la Liga estadounidense en los torneos de selecciones: “En Europa ganan los mejores equipos, en la NBA los equipos con los mejores jugadores. Parece un matiz, pero es una gran diferencia. No es una crítica, es como se juega en cada sitio”.
Pues eso: mundos distintos que seguirán colisionando. La próxima gran cita, el Mundial 2023 que volverá a exigir compromiso a las estrellas de la NBA. Giannis lo explica con su sinceridad habitual: “Jugando todo, te quemas. Igual suena mal, pero a veces necesitas parar, y es algo físico y mental. Alejarte del baloncesto, estar con tu familia... hacer lo que te apetezca, aunque sea tirarte en el sofá a comer Doritos”.
Diferencia La regla de los tres segundos defensivos cambia las dinámicas