El colista tumba al Madrid
El Casademont Zaragoza logra su primer triunfo en la Liga ● Jessup, 28 puntos ● Mara deja grandes acciones
En el partido del debut de la promesa maña Lucas Langarita, de unos minutos de fábula del unicornio Aday Mara (8 puntos, los únicos que sumaron tanto ante el Madrid en Liga con menos de 18 años fueron Ricky Rubio y Bagayoko) y de la explosión encestadora del estadounidense Jessup (28 tantos), el Casademont Zaragoza, hasta ahora colista con 0-6, logró su primer triunfo del curso. El equipo maño vuelve a creer en sus opciones con Porfirio Fisac en el banquillo, mientras que los blancos siguen apilando dudas. Del éxito de Milán el jueves a una actuación indigna ayer en el Príncipe Felipe, e incluyan ahí caras de impotencia que no transmitían nada bueno. En el desglose, 33 minutos de zozobra (79-63), cinco de reacción y casi dos más de ver cómo Zaragoza se iba de fiesta. Partido muy completo también de un ex, Radoncic. Llull, Musa y Hezonja sumaron, pero no se combinaron bien hasta que vieron la derrota en sus talones.
La primera parte podría resumirse en dos acciones concatenadas, ambas de Aday Mara, de 17 años y 2,20. Un tapón de altos vuelos a Musa, que dejó al bosnio protestando y desentendiéndose del balance, como otros dos compañeros, lo que aprovechó el adolescente para correr, recibir y colgarse del aro, imparable al galope con su tamaño. Quedaban 30 segundos para el descanso y el equipo rojillo elevaba el +15: 48-33. La aparición de Mara en la ACB ante el Madrid recordaba a la de Pau Gasol hace más de 20 años: esas piernas y brazos eternos, ese talento inabarcable, esa coordinación y rapidez, ese tirito y, sobre todo, esa inteligencia para ver el juego. Lo demostró con una asistencia a Jessup bajo el aro, un cañonero que se había mostrado a rachas, y es que tiene solo 24 años, aunque pinta a referente al que abrazarse.
Tocados Los blancos solo reaccionaron cuando iban 16 abajo en el minuto 33 Estreno Porfirio Fisac hizo debutar a Langarita, plata en el Mundial Sub-17
El Zaragoza salió a olvidarse de la clasificación, de su angustia vital por ser colista, y lo consiguió con un baloncesto directo, sin especular. Su velocidad descolocó al rival y cuando comenzaron a entrar los triples se disparó, lo hizo con Mara y un rato con otro medallista de plata en el Mundial Sub-17, Langarita, que debutaba en la ACB. El Madrid exhibía un compendio de todas sus penurias. Solo el
Chacho daba algo de templanza, pero el carrusel de pérdidas (11 en media parte) y la falta de generación de juego (dos asistencias en tres cuartos) eran insostenibles. Las peores sensaciones de lo que va de curso. Chus Mateo probó con Poirier de inicio, luego recurrió a Tavares y, más tarde, a Deck y Ndiaye sin cambios.
En la reanudación, Tavares se iba al banco con cuatro
faltas y Musa trataba de tirar del carro a impulsos, sacando faltas… 59-51. Jessup emergía de nuevo, ¡ahí hay alero!, para el 79-63. Al Zaragoza le quedaban siete minutos para rematar y al Real para solucionar el desaguisado, para remontar esos 16 tantos. Y se acercó (mucho) con algo de coherencia en los ataques, con Hezonja acertado, también Llull y Musa, el único momento de lucidez para encadenar seis pases de canasta cuando hasta entonces sumaba dos. Un 2+1 de Tavares ponía el 88-84 a falta de 1:40 después de un parcial de 9-21. Pero Jessup no se había parado y, tras un triple marrado por Yabusele, Tavares cometió su quinta falta, tan innecesaria como definitiva porque mandaba al héroe de la noche a la línea. El colista respira, el Madrid vuelve a atragantarse.