El señor de la defensa
Luis Guil, segundo de Sergio Scariolo, es el gran guía del aclamado sistema defensivo de la Selección
El oro del Eurobasket dejó muchas imágenes para el recuerdo. La templanza de Lorenzo Brown, los triples de Juancho Hernangómez en la final, el MVP de Willy… y los gritos desde la banda cuando tocaba ‘bajar el culo atrás’ de Luis Guil, segundo de Sergio Scariolo y el gran especialista de una defensa inexpugnable. Un dolor de cabeza, “imposible de leer” para los contrarios en palabras de uno de sus ejecutores, Alberto Díaz.
“Guil tiene mucha importancia en nuestra defensa. Es el que se está desgañitando en el banquillo. Tenemos una serie de directrices, pero vas con las pulsaciones muy altas, corriendo para arriba y para abajo, y él es el Pepito Grillo que nos recuerda lo que tenemos que hacer. Es un pilar fundamental”, asegura el base de Unicaja del entrenador de los Shiga Lakestars de Japón, país donde este sevillano de 51 años lleva desde 2019, y todo un veterano en la FEB con 19 años a su espalda en la institución.
El transmisor. Humilde, Guil se resta méritos y mantienen la línea filosófica de esta Selección: lo importante es el grupo, el colectivo: la Familia. “Es un orgullo que Sergio tenga confianza en mí. Soy un simple transmisor de lo que él quiere y su idea es que, cuando defendamos, trate de anticiparme y ayudar a los jugadores. Esa es mi función: ser su voz”, asegura a AS un técnico con experiencia en ACB (Fuenlabrada y Zaragoza) y que desde el principio de las Ventanas, en el ya lejano 2017, se puso al servicio del mago de Brescia, del que habla maravillas: “Es el mejor gestor de grupos humanos que he conocido nunca. Sabe dar a cada uno su responsabilidad, su espacio. Tiene siempre planes A, B, C y D. Es difícil que pase algo que él no tenga controlado”.
Esa capacidad de integración y de controlar el detalle en campeonatos exprés, a vida o muerte, han convertido a España en un equipo capaz de sorprender con oros como el del Mundial 2019 y el del Eurobasket 2022: “Es muy difícil que, en un equipo, todos estén por encima de su 100% y aquí, en el Eurobasket, el que jugó un minuto, el que fue titular un día y al otro no… todos estuvieron por encima”, continúa Guil, al que, claro, hay que preguntar por su defensa.
“Estuvimos muy bien en ataque, pero es verdad que conseguimos que los contrarios no se sintieran cómodos en ningún momento. Supimos adaptar nuestra filosofía para hacer un poco de daño en sus virtudes”, subraya el técnico, que vio como a última hora todo cambió con
Scariolo “Es el mejor gestor de grupos que he conocido, tiene planes A, B, C y D”
Trabajo de oro “Nuestra virtud fue adaptarnos a los jugadores que teníamos en el grupo”
la baja de Sergio Llull y la entrada de Alberto Díaz. La solución, que España se convirtiera en un equipo de guerra de guerrillas. Intenso, duro: “Nosotros no hemos defendido tanto en zona en este Europeo como en otros campeonatos. No nos hizo falta tanta 3-2, tanta box and one, porque muchas veces éramos un equipo muy pequeño con Garuba de cinco y Juancho de cuatro, con otras virtudes que nos permitían hacer más cambios en los bloqueos, defensas más agresivas, a todo campo… Esa fue nuestra virtud”. Es decir: “Adaptarnos a los jugadores que en esos momentos estaban en la Selección”. Adaptación. Defensa. Oro. Tan fácil. Tan complicado.