Conexión letal
El Madrid descabalga al Alba con un partido serio y un gran entendimiento entre el Chacho (10 asistencias) y Poirier
Calma y trabajo”, pedía Chus Mateo en la primera marejada del curso. Semana y media después, y tras un paréntesis por las Ventanas FIBA, el Madrid le regaló a su afición una actuación muy convincente frente al Alba Berlín del jogo bonito. El ritmo elevado no achantó a los blancos, que recogían el guante mientras echaban el lazo a su adversario. Gran irrupción del canterano Eli Ndiaye, un torbellino en el segundo cuarto, y magnífico entendimiento entre Sergio Rodríguez y Vincent Poirier tras un inicio de curso poco boyante. El Chacho recuperó su chistera (10 asistencias sin ninguna pérdida) y el pívot francés se aprovechó de los pases y de los espacios. Al inicio del tercer periodo, la bandera blanca la portaba el Alba: 61-37.
Apenas una semana de parón, para descansar, recuperar efectivos y trabajar más a fondo cosas que la vorágine del calendario no permite, le ha sentado fenomenal al Madrid. Lo vimos ante el Alba siete días después de la victoria sanadora frente al Efes. Los blancos mantuvieron la química de su ataque, percutiendo dentro y compartiendo bien el balón, y dieron otro giro de tuerca. Mateo recelaba en la previa de participar en el frenesí del equipo alemán, pero esa locura de juego catapultó al Real de inicio: 22-8 en 6:30. Tenía la voluntad de salir al galope sin perder de vista a Tavares, ni a Cornelie.
Para entonces ya andaba Williams-Goss en cancha, que disputó los últimos cinco minutos del primer cuarto. De vuelta a escena seis meses después y con buen tono porque llevaba un tiempo trabajando con el grupo: seis puntos en un suspiro con sus habituales penetraciones finalizadas con un tirito. Lo y Procida cosieron algo la brecha antes de que se reabriera en el segundo cuarto con un invitado inopinado: Ndiaye. El canterano de 18 años metió una marcha más con su actividad.
Al tiempo, comenzaba la gran conexión de la noche, la del Chacho y Poirier, traducida en un festival de mágicas asistencias y de mates. La mala noticia llegó con los problemas musculares de Hanga, que le hicieron vestirse de calle al descanso. Venía de 10 encuentros de baja y se queja de la misma pierna.
En la reanudación, un 8-0 con Musa en plan aportación exprés parecía matar el partido: 61-37. Lo remataron Rodríguez y Poirier. Clara mejoría del Madrid en su primer compromiso sin Yabusele, imagen de bloque sólido y… una preocupación, la posible lesión de Hanga. A la vuelta de la esquina, la segunda doble jornada: el martes, el Valencia y el jueves, el Partizán.