Argentina entre la ira y el optimismo
El empate en el México-Polonia calma las aguas Messi toma las riendas y pide confianza La afición, irónica: “Hoy somos de Bangladesh” No hay margen
Hoy somos de Bangladesh”. Entre la resignación y la ironía habla Nahuel, uno de las decenas de argentinos que se alojan en el Ezdan Hotel, mastodóntico albergue de 3.000 habitaciones al horte del centro de Doha. Ni el hincha y ni los acompañantes disimulan sin embargo su condición, todos llevan puesta la albiceleste con un orgullo que ha renovado el paso de las horas. Perdura todavía la bronca, eso sí, por el tremendo palo que les pegó Arabia Saudí. “Los árabes han vivido el día de sus vidas pero no porque nos ganaran a la Argentina, sino porque le han ganado a Messi”, afirma un aficionado que se ha gastado “todos los ahorros que tenía y los que podría tener los próximos años” para volar desde Buenos aires al Mundial.
“¿Pero qué les han dado en España a De Paul, al Papu o a Nahuel? Mirá cómo han llegado, parecían muertos...”. Cuando se dan cuenta de que el periodista proviene de la Península, los argentinos le dirigen sus quejas. “Así está el Sevilla, claro. Y el Atlético no anda mucho mejor. No sé cómo Scaloni ha traído a tantos jugadores de estos equipos de LaLiga, no tiene sentido”, es el análisis de uno de los aficionados más resentidos, Martín.
La plantilla. El ambiente es de decepción pero poco a poco se va enderezando. Un vídeo del famoso humorista Jero Freixas pidiendo ánimo y confianza en la selección argentina refleja que el país se ha tomado de manera muy distinta a otras veces esta descomunal decepción inicial. El bagaje de 36 partidos sin perder hasta este martes y la conquista de la última Copa América hacen que el optimismo sea mayor.
El empate entre Polonia y México en el otro partido del grupo también ayuda a ello. Cuando peor pintaban las cosas, del resultado favorable deja la clasificación a tiro. Los argentinos dependen de sí mismos.
Irreconocibles “¿Qué les han dado a De Paul, el Papu y Nahuel en España?”
También ayudan a calmar las aguas las reflexiones del capitán. Messi alzó la voz. Tomó la palabra y cuando él habla el país escucha. “A los hinchas les digo que no les vamos a dejar tirados. Que confíen”, expresó.
Argentina ya llegó en esta misma situación hace cuatro años en Rusia tras empatar ante Islandia y perder con Croacia en las dos primeras jornadas. Entonces la presión fue enorme. El ambiente, irrespirable. Messi pudo abrochar al menos los octavos de final ganando a Nigeria en el último partido, pero Francia apeó a la Albiceleste en los octavos.
Lo que más preocupa es el aturdimiento general producido en los cinco minutos de locura en ante Arabia Saudí. “Pudimos ganar 5-0”, dijo Di María. Por todo ello, incluso tras un varapalo tan gigante, la gente cree. El mensaje de Messi ha calado. Una historia bien distinta a la de otras veces. Eso sí, toca reflejarlo en el césped ante México y Polonia.
Motivador Messi “No vamos a dejar tirados a los hinchas, les pido confianza”