De Casemiro que comenzó como delantero

■ El Real Madrid, temeroso del PSG, no dudó. 80 millones de euros por Tchouameni y así se aseguraba al heredero de Casemiro durante los próximos años. La salida exprés del brasileño dejaba al mayor ladrón de balones de las cinco grandes ligas en su último curso en el Mónaco, como único ‘5’ puro para Ancelotti. Asumió el reto y, a pesar de los titubeos en le tramo final con madurez, la misma que destaca André Penalva en su charla con AS. Pero si ahora es el ‘stopper’ del futuro en Francia y el Madrid, sus inicios fueron muy distintos.

“Aurélien empezó a cambiar de posición justamente durante esa temporada en el Girondins sub-17. Al principio se desempeñaba como segundo punta, como apoyo del delantero. Luego ya se fue retrasando y se convirtió en centrocampista, como un interior más bien ofensivo”, explica Penalva a esta periódico. Tchouameni ingresó en la cantera de Les Marines et Blancs a los 11 años y lo hizo como delantero. “Tocaba más el balón, así que fue una bendición”, apuntaba el madridista en una entrevista con Onze Mondial en 2018.

Así se entienden su tendencia a asomarse a tierra hostil. Ancelotti ya lo ha avisado en repetidas ocasiones. “Tenemos que acostumbrarnos a esos movimientos de Aurélien cerca del área”, decía tras ganar al Espanyol (1-3) con un fenomenal partido del de Ruán. Su capacidad para robar balones es indiscutible y ha sido la tarjeta de presentación que le ha abierto las puertas del Bernabéu. Sin embargo, Tchouameni, que aterrizó como relevo natural de Casemiro, tiene un perfil más vigoroso en campo contrario. Su pasado ilustra el porqué.