Duelo de cuentas pendientes
Francia busca los octavos ante una Dinamarca que le ganó
Francia y Dinamarca se citan en el 974 Stadium, de Doha, en el que será el tercer partido entre ambas selecciones en lo que llevamos de año. Los dos primeros enfrentamientos, correspondientes a la última Nations League, se lo llevaron con holgura los nórdicos, que además son semifinalistas de la última Eurocopa y son un equipo que le ha perdido el miedo a las grandes selecciones de Occidente.
Los de Deschamps, instalados en una tranquilidad absoluta después de haber disipado contra Australia, por 4-1, las dudas generadas antes de su debut, serán equipo de octavos de final si consiguen la victoria. No será fácil, ya que si algo ha caracterizado a Dinamarca en los últimos meses es a ser un equipo casi imbatible, con un gen competitivo innegociable y con la capacidad de sorprender a los mejores equipos del mundo.
El partido supone una prueba de fuego, de esas que deciden Mundiales por el cruce de octavos y que dejan sin aliento al espectador. Francia no tiene la obligación de ganar, Dinamarca sí. Su empate sin goles contra Túnez le coloca en el alambre, ya que una derrota puede incluso dejarle virtualmente eliminado del Mundial antes de un Francia-Túnez que no tendría casi misterio. Es por ello por lo que su seleccionador, el veterano Kasper Hjulmand, buscará emular el brillante planteamiento con el que venció 2-0 a su rival de esta noche allá por el mes de septiembre.
Francia, asimismo, ha sufrido por el camino una sangría de lesionados que parece no tener fin. El último en caer fue Lucas Hernández, lesionado a los nueve minutos en la rodilla (dice adiós a la temporada) en el debut contra Australia, pero antes se quedaron a medio camino Benzema, Nkunku, Kimpembe, Kanté, Pogba o Mike Maignan. Bajas que, al contrario de mermar al grupo, lo han reforzado.
Deschamps ha jugado al despiste en los últimos días con el once, que será prácticamente un calco al que derrotó el pasado martes, en el Al Janoub Stadium, a Australia. La única duda hasta última hora de la tarde de ayer era la de saber quién iba a jugar en el lateral derecho, si el criticado Pavard o el incombustible Koundé. Duda resuelta, parece que será el jugador del Barcelona, que desde su debut con la tricolor, en junio de 2021 contra Gales, ha arrancado más partidos como lateral derecho que como central.
Dinamarca tampoco está para tirar cohetes por su suerte con las lesiones. Contra Túnez, Thomas Delaney, pieza clave para Kasper Hjulmand, tuvo que retirarse del terreno de juego por lesión y la federación danesa informó de que abandonaba la concentración de la selección. El percance, sin embargo, no debería alterar el sofisticado sistema de tres centrales que ha moldeado, ya que Eriksen, que comenzó ante Túnez como mediapunta, debería retrasar su posición para dar lugar a Damsgaard, un jugador de más recorrido que el del United y que podría aprovecharse de su calidad para organizar. El partido, inmejorable por la calidad de ambos equipos, se anticipa decisivo.
Cambios Deschamps ha jugado al despiste con el once que alineará esta noche Carácter Dinamarca es un equipo que le ha perdido el miedo a las ‘grandes’