Msakni amenaza la entereza de Australia
Túnez quiere acercarse a los octavos con su sello de valentía. El equipo ‘aussie’ se agarra a su físico
Túnez y Australia añoran una victoria. La que puede darles medio billete al paraíso o al menos al destino con el que sueñan. El conjunto africano suma un punto y un puñado de buenas sensaciones en su afán por agarrarse a la lucha del grupo y no conformarse con casi nada. El cuadro oceánico sucumbió ante Francia en lo que se asemejó a un baño de realidad del que pretende escapar de inmediato. Hay un solo paso hacia la esperanza y medio hacia el abismo. Ganar o ganar. Ni Túnez quiere jugarse el todo o nada ante Francia ni Australia pretende esperar más. ¿Quién se asomará a la puerta de los octavos?
Las dos selecciones esbozaron en su estreno parte de lo que quieren ser. Túnez se agarra a su fe y al inquebrantable carácter de su grupo. Jalel Kadri insistió en ser soldados antes que futbolistas. Y su vestuario lo demostró ante
Dinamarca. A esa versión pretende sumarle más pegada. Para ello quizás opte por retirar su línea de tres centrales y sumar un efectivo en ataque. Pero seguirá a los mandos Msakni, tendrá a Laidouni para imponer su espíritu de lucha y a Jebali para conquistar espacios. La duda es si será suficiente.
Dudas. Australia quiere imponer su capacidad por ganar duelos individuales. Aguantó a Francia lo que pudo y ahora arranca su Mundial real. Hrustic llega a tiempo y aspira a tener un sitio en el once. Con él, el equipo de Arnold tiene más fútbol. Lo necesita para exponer razones y no sólo emociones. Cummings y Duke pelean por un lugar en punta a la caza del gol para dañar a un rival que amenaza por dar continuidad a una fiabilidad que superó las expectativas.
Hay esperanzas compartidas en el estadio Al Janoub. Más de 40.000 hinchas dispararán su aliento por Túnez mientras Australia lucha por sobrevivir en Qatar.