Pejiño, protagonista de la gran fiesta de Las Palmas
Su doblete marca la victoria local. El gol de Dauda, anecdótico.
Tarde, pero llegó. La fiesta de la que habló Viera en junio se celebró en Gran Canaria esta noche, y el protagonista fue Pejiño. Sus dos goles, precioso el segundo, martirizaron a un pobre Tenerife, que se tuvo que ir del derbi con la cabeza muy baja. El gol de Dauda, en el descuento, fue hasta engañoso.
Las Palmas empezó amasando el balón ante un Tenerife que, consciente de sus virtudes y más aún de sus limitaciones con respecto al equipo anfitrión, le cedió descaradamente el protagonismo de la posesión. Los locales, con mucho ímpetu, ya contaban con dos ocasiones de gol, por medio de Marc Cardona y Moleiro, en apenas 10 minutos.
Seguía percutiendo el ejército el amarillo antes la imperturbable empalizada rival, cuyos 10 centinelas se movían con un perfecto compás. Así, solo tres genios como Moleiro, Pejiño y Viera parecían capaces de desatascar el partido, aunque Soriano siempre estaba al quite. Apenas se tenían noticias en ataque del Tenerife, inédito Álex Domínguez en el área contraria. En cualquier caso, la vigilancia extrema sobre Viera parecía nublar el horizonte amarillo hasta que Pejiño cazó un taconazo de Loiodice para reventar la pelota y hacer el 1-0.
Resuelto. El partido quedó muy pronto resuelto por obra y gracia de Pejiño, que marcó una delicia de gol, arrancando a pierna cambiada y desde fuera del área. Ese 2-0 dinamitó cualquier opción de remontada de un triste Tenerife, que no tuvo ni el amago de poder remontar un marcador bien generoso con los blanquiazules incluso con el 3-0 de Andone. El gol de Dauda, una anécdota sin más.