Marianín y la delantera del 71 que León aún recita de cabeza
En León, aquellos jugadores aún se recitan de corrido. “Ovalle, Villafañe, Marianín, Larrauri y Zuazaga”. Suena a poesía, a gloria leonesa. Es la delantera de la última gran Cultural que vio la ciudad, la que logró ascender a Segunda y después se mantuvo ahí (pudo hasta ascender a Primera en 1972; en 1973 bajó). “El ascenso lo logramos un 6 de junio de 1971, ante el Athletic: ganamos 1-0”, cuenta hoy Ovalle, su extremo derecha. Su cabeza es una enciclopedia. “Jugábamos muy alegre y eso hacía que todos los niños de 8 años se la supieran”, revela. Y también qué era lo que Marianín le pedía siempre.
“Oye, peque, eso de centros flojines a mí nada. A mí fuertes’, me decía. Tenía un cuello... Rompía los balones, aquellos balones”, recuerda Ovalle. A su lado, Villafañe, también recuerda. Era el interior derecho de aquella Cultu. “Y un futbolista muy fino”, vuelve a intervenir Ovalle. “Jugamos juntos toda la vida, hasta en el Sabero, en la 1967-68”, ríe Villafañe. Su complicidad se palpa. Para ellos, los dos, si hay una Cultural que puede tomar su testigo es ésta de Rubén de la
Barrera. Líder, invicta, goleadora. Desde la 1975 no está en Segunda. Hace 41 años.
“Yo creo que hay un 80% de posibilidades”, dice Ovalle. Y no habla de la Copa ni del Madrid. Habla de un posible ascenso. De volver a Segunda. Para que la delantera Gallar, Toni y Benja, algún día, se recuerde como aquella, como ésta, como la Ovalle, Piñán, Marianín, Villafañe, Larrauri y Zuazaga de los setenta, la suya.