Audi Q2 SUV pequeño con filosofía ‘premium’
Una propuesta de altísima calidad para satisfacer a aquéllos que buscan un todocamino urbano sin asumir renuncias de ningún tipo estando en disposición de pagar su precio
Cuando pudiera parecer que todo está inventado, llega Audi y demuestra que nunca es así. Ni siquiera en un segmento tan concurrido como el de los todocaminos. La marca alemana ha sido capaz de inaugurar una categoría que seguro contará con sus adeptos (como casi todas), la de los SUV de pequeño tamaño pero con posicionamiento premium.
Porque el Q2 supera por poco los cuatro metros de longitud siendo un Audi con todas las de la ley. Que sea un coche pequeño no significa que deba renunciar a las cualidades que prestigian a la marca de los cuatro aros, entre otras cosas porque el precio del veEn hículo se mueve también en esa banda alta de la oferta del mercado. La versión de pruebas, de las superiores disponibles, supera los 37.000 euros, lo que para algunos puede ser un exceso tratándose de un coche de estas dimensiones. En realidad no es así: la calidad, el equipamiento, el confort, la ingeniería y la tecnología justifican una cantidad tan elevada y quien esté dispuesto a pagarla con seguridad que no se vera defraudado.
El diseño de este coqueto SUV es atrevido y original, se identifica claramente con el ADN de la casa pero también revela a simple vista que es algo especial. Un envoltorio que deja paso a un interior bien aprovechado, con espacio suficiente para cuatro ocupantes y un maletero apropiado.
lo que destaca el Q2 es en la calidad de sus acabados y los materiales utilizados, además de un equipamiento completísimo en esta variante Design Edition.
Como tope de gama, igualmente el motor roza la excelencia. Es fácil adivinar la presteza con la que los 190 CV del motor 2.0 TDI pueden mover el conjunto, apoyado en una sensacional caja de cambios automática de siete marchas y el prestigioso sistema de tracción integral Quattro.
Pese a esta última solución, no conviene creer que el Q2 está pensado para afrontar grandes retos fuera del asfalto. Sin embargo, en carretera su comportamiento es comparable a la de cualquier turismo convencional: preciso, firme y noble de reacciones.