Pleno de árbitros brasileños para evitar suspicacias
Sólo Argentina se molestó
Brasil fue el primer país en clasificarse para el Mundial de Rusia 2018. Lo hizo en marzo, con cuatro jornadas de antelación. Y navegó por aguas tranquilas durante los últimos siete meses minetras que sus rivales tuvieron que vencer tormentas y grandes oleajes con un esfuerzo sobrehumano para evitar el naufragio en una clasificación sudamericana que fue uno de los torneos más emocionantes y equilibrados del fútbol mundial.
Seis de los nueve equipos restantes llegaron en la última jornada con la posibilidad de hacerse con las otras tres plazas. Lo que hacía prácticamente imposible que no hubiera intereses contrapuestos o que un partido no tuviera influencia directa en el otro. O que se asignara a un árbitro de un país que no tuviera interés directo por algún resultado del encuentro que estuviera dirigiendo.
Preocupada con posibles conflictos de interés o sospechas de irregularidades la CONMEBOL decidió sacar provecho de la clasificación precoz de la Canarinha y anunció que designaría solamente árbitros brasileños para las dos últimas jornadas. Con la excepción, claro, de los partidos que Brasil jugó contra Bolivia y Chile, dirigidos por colegiados argentinos y ecuatorianos.
La decisión de la Confederación Sudamericana de Fútbol no causó sorpresa o quejas de ninguna selección. Sólo Argentina. Según publicó el diario La Nación, la AFA llevaba varias semanas luchando por conseguir que le designaran dos árbitros de su preferencia. En especial a Daniel Fedorczuk y Andrés Cunha, de Uruguay, o Gery Vargas y Raúl Orosco, de Bolivia. Pero la CONMEBOL no le hizo caso a la federación argentina y mantuvo la decisión, designando a los brasileños Wilton Sampaio para el encuentro ante Perú y Anderson Daronco, en Ecuador.