El Valencia, a lo Héroes del Silencio

El Valencia jugará esta noche por primera vez en el Wanda Metropolitano y sueña con que no su última visita esta temporada. Oficiosamente la final de la Copa del Rey se disputará en el nuevo estadio rojiblanco y en ella aspira a estar el Valencia, aunque sabe que lo tiene difícil contra el Barcelona por ese 1-0 del Camp Nou (¡ay si Sergi Roberto hubiera visto roja por su patada a Pereira, como ayer sí vio Bonera por idéntica acción!). Pero

Mestalla tendrá la última palabra el jueves en dicha eliminatoria y ese estadio, el blanquinegro, mantiene intacta la mística que dicen algunos rojiblancos que han perdido mudándose del Calderón.

El Wanda Metropolitano (enhorabuena a los de márketing colchoneros por quitar cualquier rastro de Calderón a su nomenclatura) se convertirá en el 88º estadio en el que juega el Valencia un partido de Primera. Allí los de Marcelino saltarán a lo Héroes del Silencio, entre dos tierras. La de sus menesteres por la Champions (aliviados por las derrotas de Sevilla y Villarreal) y sus anhelos coperos. Pero más allá del presente competitivo, una reflexión. El Wanda empezó a construirse el 25 de marzo de 2011. Para esa fecha, la obra del futuro Mestalla ya llevaba dos años paralizada. Y ahí sigue, como estaba. Parada y sin máquinas.