El club tiene que contabilizar las ventas en la 17-18
Necesita traspasar por 45 kilos
El Valencia incluyó en su presupuesto de la temporada 2017/18 unos ingresos por venta de activos (futbolistas) de 45 millones. Lo hizo por dos razones: una, para equilibrar la cuenta de resulados, dado que el Valencia gasta más de lo que ingresa; dos, para mínimo mantener su cuota de Fair Play Financiero. ¿Por qué? Porque uno de los parámetros, entre otros, en los que se basa LaLiga para cifrar la cuantía que puede destinar un club al coste de plantilla (salario más amortización) es una media de los ingresos por traspasos de los últimos tres años. Dicho de otra manera, cuanto más vende, más ingresa y cuanto más ingresa más puede gastar en coste anual de plantilla.
El Valencia, en gran medida, y más en los últimos años en los que no ha ingresado por competición europea, ha podido mantener un tope alto de Fair Play Financiero por las múltiples ventas millonarias que ha realizado desde la época de los Villa o Silva, con Otamendi, Mustafi o Alcácer entre los más recientes.
El Valencia, Anil Murthy y
Mateo Alemany, con el beneplácito de Peter Lim optó por no vender activos en verano (más allá de los descartes de
Marcelino). Con ello se buscaba mantener potencial en el equipo y, a su vez, esperar que esos activos se revalorizaran, y el precio hoy de la mayoría de futbolistas blanquinegros no es el de hace un año. Pero, tal estrategia tiene un matiz a resolver: el Valencia tiene que contabilizar las ventas por valor de 45 millones en la temporada 2017-18, es decir, el o los traspasos ‘gordos’ deberán realizarse antes del 30 de junio. O, en su defecto, en el caso de realizarse a lo sumo a ‘primeros’ de julio, que los auditores permitan registrarlas en el ejercicio anterior. Conclusión: las ventas llegarán pronto. O deberían.
Parámetros La media de traspasos de los últimos tres años cuenta en el Fair Play