Mateu mete mano a una Liga que arde
Un Barça demasiado pendiente de Messi tropieza a tres días del duelo ante el Atlético
Arde la Liga después del empate del Barcelona en Gran Canaria ante la UD Las Palmas (1-1) tras un partido en el que los blaugrana vendieron la piel del oso antes de cazarlo. Los de Valverde pasaron de tener un partido absolutamente controlado por obra y gracia de Messi a perder los papeles ante un rival que les arrancó un empate imprevisto en el que tuvo mucho que ver Mateu Lahoz, que en el último minuto de la primera parte pasó por alto una mano del portero local fuera del área y en el segundo de la reanudación señaló un penalti extraño que convirtió Calleri y tras el cual el Barça no supo reaccionar. Hay Liga y el partido del domingo entre el Barça y el Atlético se convierte en una cita determinante.
La primera sorpresa de la noche fue que Valverde arriesgara con Suárez como titular estando el uruguayo a una tarjeta de la suspensión. Los efectos colaterales fueron las suplencias de Coutinho y de Dembélé, que en teoría, llegaron para jugar estos partidos sin tener que depender de que Messi los comandase de cabo a rabo. Pero con estos dos jugadores en el banquillo, al Barça le bastó con la presencia de un Messi que reguló la velocidad y el ritmo del duelo a su antojo. El partido se disputó a un ritmo cansino que únicamente se aceleraba cuando Leo se adueñaba del balón gobernando el encuentro en todas sus situaciones.
Tras amenazar un par de veces (una en asociación con Suárez y otra en un disparo de falta que desvió Chichizola) Messi adelantó al Barcelona con uno de falta desde la frontal tras una jugada que se inventó de cabo a rabo el 10 blaugrana.
El Barça dejó pasar en la primera parte la oportunidad de sentenciar. El Barça era claramente superior, pero dejaba una rendija abierta a la reacción local que llegó tras un penalti marca Mateu que desnudó las carencias de un Barça que ya no pudo conectarse a un partido que abre la Liga. Una Liga que arde.