Match-ball para Muñiz ante un Espanyol al alza
La crisis granota tiene al técnico al borde del abismo
EI Levante y Juan Ramón López Muñiz se juegan su particular match–ball. En Orriols se especula que, incluso, ni una victoria salvaría al técnico, aunque por su bien y el del equipo no le vendría nada mal volver a sumar de tres en tres. Algo que no hacen desde mitad de noviembre. Mucho ha llovido.
Tras ratificarle la semana pasada, el técnico no ha conseguido mejorar en nada. Ni ante el Betis con el 4–4–2 ni ante el Alavés donde aguantaron casi una hora con uno menos pero acabaron muriendo en la orilla. O lo que es lo mismo, perdiendo en el último minuto. Y por si fuera poco, no estará Lerma, de lo poco salvable de los azulgranas. Habrá que ver si se vuelve a apostar por los dos delanteros. Y, si es así, quién acompaña a Roger.
Todo lo contrario, el Espanyol llega en un buen momento, habiendo despejado los fantasmas del descenso con su victoria ante el Real Madrid. Pero eso sí, tampoco están para confiarse. Perder en Orriols es vovler al lío. Quique podría variar su dibujo y meter a Baptistao en el 4–2–3–1 que tan bien le fue en Copa precisamente en el Ciutat de València donde ya ganó 0–2.
La Roca. Sea como sea si alguien se ha hecho indiscutible en los pericos es Carlos Sánchez. Con él en el medio ha obtenido más empaque, mientras que con David López atrás el equipo ha ganado seguridad. Así ya son seis partidos sin perder y 250 minutos sin encajar gol. Si a eso le sumas que Gerard sigue en estado de gracia, con 11 goles, la mitad de los de su equipo, se le queda un equipo muy apañado a Quique con el que no debería pasar los apuros en los que anda el Levante y con el miedo de no reaccionar a tiempo.