Navarro, cuarto capitán que sale mal del Barça
Paralelismos con el adiós de Solozábal, De la Fuente y Grimau
Nacho Solozábal, Rodrigo de la Fuente, Roger Grimau y Juan Carlos Navarro: capitanes del Barcelona que suman entre todos cuatro Euroligas, 21 Ligas y 22 Copas. Y cuatro salidas cuestionables del club cuando, en todos los casos, querían seguir vistiendo la camiseta azulgrana.
La frialdad con la que el Barcelona anunció la retirada de Juan Carlos Navarro ha generado críticas hacia el club azulgrana, que desde que acabó la pasada temporada había filtrado su deseo de que el escolta no siguiera en activo mientras que él, con 38 años, expresaba cada vez que tenía ocasión que quería jugar al menos una campaña más. Una situación muy tensa heredada del pasado septiembre, cuando Navarro firmó un contrato por diez años en el que se garantizaba al menos uno más como jugador y pasar al organigrama técnico cuando así lo consensuaran ambas partes.
Pero ese consenso nunca ha estado cerca y Navarro se ha convertido en otro capitán histórico cuyo final ha generado malestar hacia el club. Una situación con obvios paralelismos con la que vivió otra leyenda, Nacho Solozábal, cuando se le comunicó en 1992 que no se iba a contar más con él después de 17 años en el primer equipo: “No me voy yo, me echan. He hecho lo posible y casi lo imposible para seguir”, aseguró el base, cuyo número 7 no fue retirado hasta catorce años después, en 2006.
No son los únicos capitanes que cerraron con sabor amargo su camino en el Barça. Rodrigo de la Fuente (una década de azulgrana) levantó al cielo del Sant Jordi la primera Euroliga del club, en 2003. En 2007 se comunicó que no seguiría con una escueta nota de prensa. Tres años después, Roger Grimau alzó como capitán el segundo gran cetro continental de la historia azulgrana, en París. Catorce meses después, recibió abatido la noticia de que no seguiría: “Me voy vacío y triste, tenía la esperanza de seguir un año más”. De hecho, jugó en Bilbao y Manresa hasta 2015.
Llueve sobre mojado en un Barça del que también salió mal Sarunas Jasikevicius y donde no hubo homenaje a Audie Norris hasta doce años después de que dejara el club, que ya ha anunciado que retirará el número 11 de Navarro. Pero se esperaba más tacto, como mínimo, en el adiós de una leyenda del calibre de La Bomba.
Solozábal “No me marcho yo, me echan”, dijo en su día el base barcelonés