PES 2019: un grande al que le pesa el conservadurismo
Konami refleja a la perfección la dinámica de un partido
La apuesta futbolística de Konami ha sido siempre la jugabilidad por encima de todo, recrear con la mayor fidelidad posible lo ocurre sobre el césped y poner en un plano secundario todo lo que rodea al mundo del fútbol y que ocurre más allá del campo.
En esta línea se mueve PES 2019, excelso en los controles, pases, disparos y físicas del balón, pero excesivamente conservador en los distintos modos de juegos que ofrece.
Espléndido en el césped. Con una buena base de partida, el PES 2018, Konami ha mejorado todo los que tiene que ver con el partido, las animaciones de los jugadores son más fluidas y estos movimientos tienen repercusión en el juego, no es lo mismo llevar el balón controlado rápido que despacio, no es igual un disparo en carrera que uno de parado, los pases, los cabezazos, los regate... Todo responde de una manera muy natural e intuitiva. También la dinámica del juego se adapta a cada estilo; no es lo mismo jugar con el Barça, que apuesta por el toque, que el Madrid, mucho más vertical. El jugador puede seleccionar su estilo preferido y fijar ciertos automatismos como laterales largos, interiores que abran huecos .... Todo ello en aras de buscar el mayor realismo posible.
Las licencias. Konami ha perdido este año las licencias de Champions y Europa League, además de presentar ausencias notables como LaLiga, la Premier o la Bundesliga. Pero la principal carencia de PES 2019 es su excesivo conservadurismo en los modos de juego. Están los típicos: partidos online, Myclub, Ligas, Ser una Leyenda...En todos ellos se echa en falta mayor profundidad y algunas incorporaciones que agiten el juego.